La noticia del mes, seguramente. Menos de 24 horas después de vencer a «Hangman» Page en All Out, Chris Jericho perdió su Campeonato Mundial AEW mientras cenaba en un Longhorn Steakhouse de Tallahassee (Florida). Y algunos creyeron a bote pronto en una historia trazada por los Élite, pero un parte de denuncia policial parecía dejar claro que todo iba más allá de la lucha libre: un robo con todas las de ley. Cuando, además, el propio Jericho y AEW compartieron un vídeo informando del suceso, que ha dejado nuevos retales al respecto.
Empezando por el restaurante de marras, que publicó una suerte de comunicados.
We take the safety of our guests' property seriously and are doing everything we can to help the local authorities in their efforts. That said, @IAmJericho is a champion with or without his belt.
— LongHorn Steakhouse (@LongHornSteaks) September 3, 2019
«Nos tomamos la seguridad de nuestros invitados muy en serio, y estamos haciendo todo lo que podemos para ayudar a las autoridades locales en su búsqueda. Con eso dicho, Chris Jericho es un campeón, con o sin su cinturón».
A man should be able to enjoy himself a fire-grilled steak without having to worry about a bandit coming by and walking away with his effects. Hope its returned soon.
— LongHorn Steakhouse (@LongHornSteaks) September 3, 2019
«Un hombre debería poder disfrutar de una carne al grill sin tener que preocuparse de que un bandido se lleve sus pertenencias. Esperamos que lo recuperen pronto».
Por otra parte, Britt Baker quiso aprovechar la coyuntura para mostrarse empática con Jericho. A su manera, claro, referenciando su derrota en el Casino Battle Royale de All Out, pues recordarán que la doctora fue sacada del ring por obra y gracia de Bea Priestley.
I feel you, Chris…. I got robbed of my title, too. @AEWrestling
— Dr. Britt Baker, D.M.D. (@RealBrittBaker) September 4, 2019
«Te entiendo, Chris… A mí también me robaron mi título».
El curioso precedente de Bruno Sammartino
Al confirmarse la veracidad de este insólito robo, a muchos nos vino a la mente un episodio similar con Bruno Sammartino de protagonista allá por 1965. Y precisamente, también en septiembre, cuando el legendario luchador se encontraba cenando dentro de un restaurante de New York, después de un evento celebrado desde el Madison Square Garden. Al regresar a su coche, Sammartino comprobó que alguien había roto uno de los cristales para llevarse el Campeonato Mundial WWWF (primera versión del Campeonato WWE) allí guardado, que según las estimaciones de la época, estaba valorado en unos 10 mil dólares. Y al igual que quizás suceda con el caso del cetro de Jericho, nunca se encontró.