Ya considerado por un seguidor como el mejor final de la historia de AEW Dynamite, el pasado 6 de enero, este programa cerró con una estampa que, lo cierto, desde el punto de vista «mainstream», no creo que ayudara a capturar nuevos fans casuales, pero que sí generó enorme ruido entre los conocedores de la lucha libre.
Dispares fueron muchas de las reacciones, provocando sentimientos encontrados ante lo que no dejaba de ser una nueva referencia externa hacia otra empresa, en este caso New Japan Pro-Wrestling (y por extensión Ring of Honor), sin que sepamos muy bien cuál es la relación que mantienen ambas compañías.
Aunque desde dentro del propio Bullet Club actual, parece que no hubo grises. Uno de sus principales miembros, Tama Tonga, criticó duramente esta «reunión» bajo reciente episodio de su podcast, Tama’s Island, calificándola de «bofetada en la cara».
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No obstante, AJ Styles, quien encabezó la facción durante un par de años, antes precisamente de que Kenny Omega lo traicionara para hacerse con el control, quiso mostrarse más cordial al ser preguntado por Graham Matthews de Bleacher Report.
«Es una de esas cosas que dices, ‘¿Cómo se hizo esto tan bien?’ Porque éramos tipos que de verdad queríamos pasar el tiempo juntos. No estábamos juntos únicamente dentro de la lucha libre, estábamos juntos también fuera del ring. Pasábamos el rato juntos, y creo que por eso nos funcionó tan bien. Todos estábamos juntos. Así que ver a estos tipos, me alegro por ellos. Es guay que puedan ser capaces de continuar lo que empezaron».
