La importancia de llamarse Dolph

Aunque escriba en su perfil de X (Twitter) que es un comediante que paga sus facturas con la lucha libre, Nic Nemeth no ha dejado el bello arte del pancracio para dedicarse a tiempo completo a escribir monólogos cual George Carlin. Y ahora que vuelve a sentirse importante sobre los rings, tal faceta quedará relegada un poco más.

Minutos después de su conquista el viernes del Campeonato Global IWGP, Nemeth hizo estas declaraciones en la rueda de prensa que cerró la primera jornada de NJPW The New Beginning In Sapporo.

«Quiero agradecer a New Japan por darme una oportunidad. No había demostrado mi valía fuera de la burbuja. No lo había demostrado en los últimos cinco años. No sabía si todavía podría ir. New Japan, sin ser visto, lo dijo: si lo tienes, te hundes o nadas. Tuve la oportunidad de ponerlo todo en juego. Todo para lo que trabajé en los últimos 20 años se puso en juego esta noche y si no lo lograba me había dicho a mí mismo que terminaba, me habría ido, retirado. Pero tengo que agradecerle a [David] Finlay; cuando me escupió en la cara, no me enojó. Encendió un fuego dentro de mí y es posible que no pueda contenerlo nunca más».

Twitter: @rayuko_pupupu

 

► WWE, «el Alfa y la Omega»

Durante esa primera jornada de The New Beginning In Sapporo, Matt Riddle, también en debut con NJPW, se hizo con el Campeonato Mundial de Televisión NJPW al batir a Hiroshi Tanahashi; ante la práctica emoción de ninguno de los presentes, cabe apuntar.

Y al otro lado del mundo, horas antes, Mustafa Ali, como estreno sobre TNA, ganó el Campeonato de la División X mediante victoria ante Chris Sabin en el estelar de No Surrender, por delante de Moose y Alex Shelley.

Fin de semana redondo pues para Nemeth, Riddle y Ali, talentos que en su primer combate titular bajo los focos de una gran empresa tras salir de WWE, tocan metal. Y al hilo de tal convergencia de hechos, quiero recoger el siguiente «appreciation post» escrito por el popular usuario Drainmaker (@DrainBamager).

«En noches consecutivas.

«Demostrando que WWE no es el Alfa y la Omega».

 

Evidentemente, WWE no lo es todo, pero, ¿hasta qué punto, y para algunos lucirá paradójico, tales consecuciones de Nemeth, Ali y Riddle invitan a pensar que sí?

Asegura Nemeth que con su combate contra David Finlay ha demostrado su valía fuera del otrora Imperio McMahon. Y de primeras, esto ya luce falsario. Aparte de no tratarse de una actuación memorable, para demostrar su valía Nemeth deberá hacer bastante más, luego de un par de luchas poco destacables en TNA y otra igualmente residual en GCW.

Hablando de talentos que ya lo han demostrado, aquella afirmación resultaría válida en boca de, por ejemplo, Zack Sabre Jr., quien en siete años con NJPW ha ostentado allí la misma cantidad de cetros que Nemeth: sólo uno.

Ignorar que la condición de ex Superestrellas de WWE de Nemeth, Riddle y Ali es un factor decisivo a la hora de gozar de tamaños debuts se antoja bastante ingenuo. El hoy Campeón Global IWGP compite bajo su nombre real, pero en el fondo sabe que sigue siendo Dolph Ziggler y que este pasado le sirve de crédito.

Evidentemente, no todos los ex-WWE reciben la misma consideración, pero el criterio responde más a factores mediáticos que a verdadera calidad, y de ningún modo digo que Nemeth, Riddle y Ali carezcan de ella. No obstante, en TNA también está AJ Francis, con presencia televisiva cada semana, sin cuyo (muy discreto) bagaje en WWE probablemente nadie programaría.

© World Wrestling Entertainment

 

Me resulta desconcertarte comprobar cómo hoy, en un momento idóneo para la independencia, cuando hay tanta vida fuera del gigante yanqui y todas las escenas producen talentos top, precisamente las alternativas a WWE sean tan «WWE-centristas».

Y esto viene de lejos, recordando que Brock Lesnar se alzó máximo monarca en su estreno competitivo para NJPW. Con todo, el estatus de «The Beast» lucía a años luz del de Nemeth, Riddle y Ali, por lo que diría que las exigencias han ido rebajándose. Mientras, Shinsuke Nakamura tuvo que luchar primero en el territorio de desarrollo de WWE antes de formar parte del «main roster».

La industria debería replantearse el trato que da a esos «exiliados», porque si bien exponer en primera plana de tu producto a nombres que provienen de la empresa más grande del mundo por supuesto te reportará beneficios inmediatos, en última instancia, observándolo con perspectiva, propicia un mantenimiento del statu quo.

WWE no es el Alfa y la Omega, pero con tales decisiones creativas, el discurso de supremacía de la empresa de Endeavor parece hacerse creíble, arrojando la sensación de que casi cualquiera de sus talentos «mid-card» puede conquistar el resto del panorama luchístico en su primera noche fuera de la burbuja. Por ende, WWE siempre lucirá como la «liga mayor» a ojos de muchos.

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