En las últimas horas, seguramente WWE ha estado debatiendo la posibilidad de postergar o cancelar WrestleMania 36, teniendo en cuenta que las autoridades le han concedido una semana de plazo para definir el futuro de su principal espectáculo. La decisión, evidentemente, no es nada fácil puesto que hay mucho dinero en juego y muchas empresas a nivel mundial ya han tenido que afrontar algo similar en los últimos días.
Indistinto de lo que suceda en WrestleMania 36, y del cual WWE aún es optimista, ya las afectaciones están llegando a la compañía, ya que SmackDown se ha trasladado de sede al Performance Center, y ya se ha cancelado un evento en vivo.
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Según un informe de impacto económico publicado por WWE, los fanáticos que asistieron a WrestleMania el año pasado en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York provinieron de los 50 estados y 68 países, con números similares los dos años anteriores en Nueva Orleans y Orlando.
El fin de semana de WrestleMania también es mucho más que WWE (y sus eventos relacionados) en esos días, ya que numerosas promociones independientes no afiliadas que ejecutan espectáculos, lo que lo hace similar a la versión de lucha profesional de South By Southwest. Ese evento, por supuesto, fue cancelado por la ciudad de Austin debido al coronavirus, dejando a los organizadores del evento oficial en un agujero ya que su seguro no cubre brotes de enfermedades.
WWE, al menos hasta ahora, parece estar jugando al juego de la gallina con las autoridades locales, sin que ninguna de las partes esté dispuesta a parpadear primero. Se esperaba que las respuestas llegaran el jueves por la tarde en una reunión pública de Emergencia del Condado de Hillsborough, pero decidieron no cancelar nada después de enterarse de que WWE les había diferido sobre el asunto.
Analizándolo ya en frío, WWE estará bien independientemente de lo que hagan: son una gran empresa, e incluso si tienen que cancelar eventos, ya sea como parte de las festividades de WrestleMania o las grabaciones de televisión semanales a la semana, tienen espacios como las instalaciones del WWE Performance Center en Orlando que pueden albergar programas de televisión a escala reducida, y es lo que están haciendo en estos días.
Donde las cosas se vuelven mucho más complicadas y financieramente peligrosas es en el ámbito de la lucha independiente. Todos los años desde 2013, un número cada vez mayor de promotores independientes han organizado espectáculos en la ciudad anfitriona de WrestleMania, diseñados para atraer a fanáticos de otras ciudades (aprovechando esa situación).
Algunos de estos espectáculos se programan individualmente, y algunos como parte de eventos más grandes y de múltiples espectáculos, pero ahora son parte del tejido del fin de semana, y cancelarlos sería catastrófico para la escena independiente. Para un luchador independiente, un lugar en uno de los espectáculos más grandes puede ser un escaparate masivo, lo que lleva a más fanáticos a comprar mercancía y la programación de más eventos a medida que avanza el año.
Para algunos luchadores, el problema en este momento es mucho más grave: pueden agendar muchas apariciones en un corto período de tiempo. La actual estrella de NXT, Matt Riddle, por ejemplo, disputó 11 encuentros en aproximadamente dos días y medio hace dos años en Nueva Orleans. En el nivel superior de la escena independiente, esa cantidad de encuentros implica una gran cantidad de dinero.
Chris Dickinson, de Staten Island, que ha estado luchando durante más de una década y se ha ganado la vida a tiempo completo durante los últimos cuatro años, se verá tan afectado como cualquier luchador cuyos eventos son cancelados. No solo tiene nueve encuentros programados el fin de semana de WrestleMania, sino que varios de ellos eran contra prominentes estrellas japonesas. Si alguien iba a ver aumentar sus ingresos, era él.
«Desafortunadamente, esto no solo es financieramente devastador, ya que es la semana de lucha más grande del año, sino que es extremadamente desmoralizante, especialmente para mí. Tenía mucho en juego en estos encuentros y muchos ojos en mí. Este es un momento en el que realmente podría avanzar al siguiente nivel, y todo se pospondrá o algunas de estas oportunidades podrían nunca volver a presentarse».
Dickinson coloca sus pérdidas potenciales en miles de dólares solo por aparecer, sin contar las ventas de mercancías, que tienden a ser particularmente fuertes después del tipo de partidos de exhibición que ha reservado, el número aumenta significativamente. Hablando de manera más general, el promotor de Black Label Pro, Michael Blanton, quien tiene dos shows programados en Tampa, indicó que una cancelación es «una pérdida astronómica» para los luchadores.
«Esta es la gran ventaja del luchador independiente para la que trabajan todo el año. Quitar esto le quitaría una gran parte de su ingreso anual«.
El daño financiero potencial puede ser aún mayor para los promotores, especialmente para aquellos para quienes el fin de semana es una tarea importante que, aunque normalmente es lucrativa, requiere un desembolso financiero masivo. Por ejemplo, Game Changer Wrestling de Nueva Jersey, que rápidamente se hizo un hueco después de su primer show en el fin de semana de WrestleMania.
Las vacaciones de primavera de Joey Janela, se convirtió en el éxito viral de las festividades de 2017 en Orlando. El año siguiente en Orlando, la secuela atrajo a la mayor multitud independiente del fin de semana, y el año pasado se separaron del centro de eventos organizados por WWN, un afiliado de WWE, para comenzar el suyo, The Collective, un escaparate de eventos estrictamente Promociones independientes. Aparte de unos pocos espectáculos no promovidos por GCW fueron un éxito, y este año, The Collective fue programado para abarcar un lugar de varias etapas, The Cuban Club, con algunos eventos incluso superpuestos.
El miércoles por la tarde, antes de que el mundo se alborotara aún más, The Collective tuiteó una declaración prometiendo avanzar según lo planeado, independientemente de lo que WWE decidiera. Pero cuando los otros comenzaron a ceder y los fanáticos expresaron más preocupación en las respuestas, el promotor de GCW Brett Lauderdale pidió paciencia a los fanáticos. «La realidad es que algunas cosas están fuera de nuestras manos. Todo lo que podemos hacer es desear lo mejor. Independientemente del resultado del jueves, mantendremos un contacto cercano con nuestros fanáticos y haremos nuestro mejor esfuerzo para crear un resultado positivo para todos los involucrados».
El otro gran actor en la escena independiente es Highspots. Iniciado por Michael Bochicchio en Charlotte, Carolina del Norte, como una empresa que vendía máscaras de luchadores mexicanos, Highspots ahora vende productos de lucha libre, equipo de combate para luchadores y anillos de lucha libre para promotores, además de hacer producción de videos relacionados con la lucha libre.
Todos los años, durante el fin de semana de WrestleMania, organizan WrestleCon, el mayor show de autógrafos de lucha libre del año, junto con los carteles de lucha asociadas. Su show principal es una venta confiable cada año, y son lo suficientemente grandes como para ser anfitriones de programas de múltiples promociones importantes este año, pero la convención propiamente dicha es el gran atractivo.
Incluso si a alguien no le gusta la lucha independiente, es muy posible que llegue a la convención en busca de autógrafos, fotos y nostalgia. Pero atraer a esos fanáticos es una tarea enorme que requiere mucho dinero para obtener grandes estrellas. En Nueva Orleans, por ejemplo, contó con la participación de Steve Austin, con paquetes de boletos para su sesión disponibles para los fanáticos por $ 316.
Un par de horas después de anunciar el cartel completo para uno de los shows en el ring de WrestleCon, mientras aumentaba la presión, Bochicchio planteó tentativamente cómo estaban las cosas en un tweet: «La mejor suposición es que tenemos nuestros eventos en tres semanas como estaba previsto o 2020 es cancelado (y reembolsar boletos). No veo un escenario en el que simplemente pospongamos». Sin embargo, un par de horas después de la reunión en el condado de Hillsborough, Bochicchio indicó que iba a esperar una decisión formal de WrestleMania antes de tomar cualquier tipo de acción.
Para complicar todo esto, ni Lauderdale ni Bochicchio tienen seguro de cancelación en sus eventos, aunque, como mostró SXSW, probablemente no ayudaría si lo hicieran. Eso no significa que no haya niveles para esto: un cierre ordenado por el gobierno que los afectaría directamente, en lugar de que WWE cancele WrestleMania y los otros eventos de WWE por sí mismos, al menos desencadenaría las disposiciones de fuerza mayor en los contratos que permiten reembolsos a los promotores.
No sería todo, pero sin duda sería mejor para ellos que si cancelaran sin que se les obligara «oficialmente». Sin embargo, para Bochicchio, el término «mejor» es relativo aquí.
«No estoy bromeando, si esto es una cancelación completa, probablemente venderé mi casa. Puedes anotarlo, es cierto»
En definitiva, una cancelación de WrestleMania 36 no solo afecta a WWE ni a la ciudad sede, sino que también genera un gran efecto colateral en muchas pequeñas empresas dedicadas a la lucha libre, y ahora es una gran preocupación con la que tienen que lidiar.
pues no que esta muy chidori ser luchador independiente porque eres tu propio jefe y bla bla bla.
La verdad de las cosas, es que solo son sanguijuelas lucrando con el éxito de PAPU VINCE: PAPUMANIA