En el momento cumbre de su carrera, Becky Lynch decidió ser madre y apartarse de los rings para dedicarse en cuerpo y alma a tan importante faceta vital.
Como las grandes campeonas, la irlandesa no perdió el título que portaba, sino que cedió el Campeonato Femenil Raw a Asuka durante el episodio de Raw del pasado 11 de mayo, entre rumores de que podría haber sido una despedida definitiva de la lucha libre, a juzgar por estas declaraciones a la revista People.
«Es un momento para disfrutar y un momento triste también. Amo la lucha libre y he dado mi vida por ella. He conseguido todo lo que quería conseguir en la industria. No sé cuál será el próximo capítulo, porque sólo sé lo que es pensar por mí misma cuando estoy sola. Así que no sé cómo pensaré entonces y cómo cambiarán mis prioridades, no sé lo que querré en el futuro. Por lo que todo es posible».
Pero descartada, en teoría, tal opción, tras el nacimiento de Roux hace tres semanas, muchos consideran posible que Lynch participe en el Royal Rumble femenil dentro de dos días como una de las sorpresas de la noche, teniendo en cuenta que se la ha visto entrenar regularmente a lo largo de estos meses de gestación.
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Pero dentro del más reciente boletín del Wrestling Observer, Dave Meltzer informa que Lynch no está programada para aparecer el domingo. Por plazos, sería viable que la viéramos allí si Vince McMahon se lo pidiera, pese a la cercanía de su parto, pero esto indicaría que los planes que WWE guarda para ella no necesitan pasar primero por este primer escalón hacia WrestleMania 37.
Meltzer, asimismo, reporta que tampoco se espera la presencia de Ronda Rousey, cuando según el periodista, la idea de Mr. McMahon era concretar una revancha de WrestleMania 35 entre «The Baddest Woman on the Planet» y Lynch en el próximo «Show de los Shows». Veremos si estas intenciones siguen en pie o algún motivo ha provocado que caigan en saco roto.