Un empacho de Charlotte Flair tuvimos en las pantallas de WWE durante los primeros meses de 2020. En enero, ganó el Royal Rumble femenil y, al decidir que cobraría su oportunidad en WrestleMania 36 por el Campeonato Femenil NXT que portaba Rhea Ripley, mantuvo una rivalidad con esta que discurrió entre Raw y la marca dorada, mientras también hacía apariciones en SmackDown.
WWE llevó a cabo un manejo único para Charlotte, que pasó a ser la única Superestrella en moverse sin restricciones por las tres marcas principales de la empresa. Aunque adoleciendo de una definición de bando para la gladiadora, que si en Raw lucía como ruda, cuatro días después en SmackDown lucía como técnica.
► La injerencia de Raw afectó a Rhea Ripley
Sin embargo, Sean Ross Sapp de Fightful revela que, originalmente, no entraba en los planes que Flair conquistara el cetro femenil de NXT en WrestleMania 36, donde derrotó a Ripley. Esto, según lo ideado por el equipo creativo de la marca dorada… hasta que Raw tomó cartas en el asunto y quiso que «The Queen» sumara su segunda consecución de dicho cetro.
Asimismo, Sapp informa de que NXT quiso a Bianca Belair como retadora de Ripley, junto a Flair, en aquel encuentro del «Show de los Shows», dando forma a una Triple Amenaza, pero Raw también tumbó tales intenciones. Vía que en su momento pareció venderse durante NXT TakeOver: Portland, cuando Flair atacó a ambas competidoras.
Un triunfo de la hija del «Nature Boy» bastante criticado por parte de la comunidad luchística de internet, pese a que, al fin y al cabo, no tuvo otro fin que intentar elevar los ratings de NXT. Sin mucho éxito, cabe decir.