Cada vez queda menos para que expire el contrato de Ronda Rousey con WWE. La fecha de finalización será el 10 de abril de 2021 y, si nadie lo remedia —que de momento no parece que vaya a ser así—la californiana dejará de estar al servicio de la compañía que le ha dado vida después de las MMA.
Pero, ¿por qué debería WWE dejar ir a la que ha culminado la revolución de las féminas con todo el dinero y el esfuerzo invertido?
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► Baja rentabilidad y alto coste
La baja rentabilidad y el alto coste del contrato de Ronda Rousey son solo alguna de las razones por las que la compañía debería de dar carpetazo a la relación laboral. Ni que decir tiene, antes de seguir profundizando, que Ronda Rousey debería renovar de inmediato si su deseo es el de seguir compitiendo. Si no es así, WWE debería liberarla de sus ataduras ya que sería lo mejor para ambas partes.
En la época en la que vivimos, en la que muchos talentos que se han batido el cobre entre las cuerdas han sido denostados, por no decir despedidos sin previo aviso, no tiene sentido tener en nómina a una persona que no esté comprometida con el producto y con su progreso en tiempos difíciles. El valor de mercado reside en los talentos que se suben cada noche al ring, especialmente ahora y, por mucho que WWE quiera rentabilizar las apariciones de la que fuera Campeona UFC en actos benéficos (apariciones que se cuentan con los dedos de una mano).
Sí, Ronda Rousey puede ser la bala en la recámara que WWE tiene en caso de que FOX o USA Network le pidan cuentas. Con la finalización de su contrato en abril del próximo año, Rousey podría ser protagonista de alguna de las historias del «Camino a WrestleMania» atrayendo audiencia y haciendo que WWE suba en bolsa antes de la gran cita para calma de los inversores, pero, ¿a qué precio?
► ¿El vestidor en su contra?
No es nuevo, mas diríamos que es un secreto a voces desde hace tiempo, casi que desde su primera aparición en el Royal Rumble 2018. Era el primer Rumble femenil que acababa coronado a Asuka para que así, la japonesa pudiera medirse a Charlotte Flair en WrestleMania, pero eso a día de hoy es un vano recuerdo ya que siempre se recordará como el día del debut de Ronda Rousey. Una Rousey que aparecía de la nada al finalizar la lucha de 30 mujeres robando todo el protagonismo a las que realmente eran protagonistas aquella noche.
Desde aquel día más de una voz sonó en contra de Ronda Rousey en vestidores, cosa que nunca reconocieron las Superestrellas en aquel momento pero que recientemente lo hacía Alexa Bliss en una entrevista con ViBe & Wrestling, al hablar de la importancia de Ronda Rousey en la evolución del elenco femenil de WWE:
«No creo que haya cambiado mucho. El elenco no depende de una sola persona y creo que no habría tenido el impacto que tuvo si no hubiera tenido a las mujeres que estuvieron ayudándola sobre el ring. Muchas se sacrificaron para que ella tuviera éxito y eso demuestra que todas nuestras mujeres pueden estar en el evento estelar de la noche, que pueden tener ese foco de atención sobre ellas. Obviamente, fue increíble tener a Ronda Rousey en WWE, pero creo que todo se basa en un que hicimos un esfuerzo de grupo y un trabajo en equipo».
Que el ruido generado en torno a Ronda quisiera hacer pensar a todos que la «Revolución Femenil» fue gracias a ella no sentó bien al elenco, ya que aquel movimiento se gestó durante años y se tenía la sensación de que la Rousey llegó, vio y venció, cual César en el campo de batalla.
Ha llegado un momento en el que WWE tiene que seguir adelante apoyándose en los que siempre han estado ahí, a las duras y a las maduras, y que han defendido el honor de la compañía ante cualquier tipo de adversidades. La integridad de la compañía están en juego y ahora, en plena polémica por la «adquisición» de las redes sociales de sus Superestrellas y cuando algunas voces se levantan en pro de la sindicalización de la profesión, WWE podría tener un bonito gesto con los suyos haciéndoles ver que ellos comandan este viaje hacia un futuro mejor… y por qué no decirlo, más rentable.
Es momento de dar las gracias por los servicios prestados y la indiscutible atención que Ronda Rousey atrajo sobre WWE, gracias la cuál se generaron millones de dólares, pero «agua pasada no mueve molinos».