Vince’ometro: ¿Quién debe ser el próximo Brock Lesnar de WWE?

Singular como él solo, Vince McMahon es una mente brillante. Su visión es sumamente particular y queda en evidencia con cada Superestrella cuando vemos los shows de WWE todas las semanas. El manejo y las oportunidades que recibe cada uno deriva del potencial que él ve en ellos, en un arte que atrapa la atención del lector cada vez que surge un reporte sobre el asunto.

Al ser el hombre a impresionar, sus perspectivas, aunque con el transcurso del tiempo más extremas e incomprensibles, son motivo de estudio. La suya es la voz definitiva y de ahí que su opinión sea tan buscada. Mientras que, a su vez, es un individuo difícil de satisfacer. Y en este nuevo número, les traemos la lupa McMahonesca sobre quién debe ser el próximo Brock Lesnar de WWE.

► «The Fiend» Bray Wyatt

¿Cuándo volverá The Fiend a las pantallas?

A ver, primero lo primero. ¿A qué nos referimos exactamente al catalogar al «próximo Brock Lesnar»? Pues como todos sabemos, el de Minnessota ha sido una Superestrella distintiva para la historia de WWE. Básicamente ha recibido el trato que su multimillonario contrato le exigía: ha sido una bestia dominante como ninguna otra en los últimos tiempos, especialmente desde que rompiera la racha del Undertaker en WrestleMania 30.

La cuestión es que, al ser un caso tan pero tan especial, encontrarle un reemplazo en su rol como el individuo que constantemente destroza a todos sus oponentes es muy difícil. Primero, por su renombre; por ser alguien que realmente hace la diferencia, que de por sí solo puede atraer miradas a un show. Segundo, porque Vince McMahon suele aburrirse rápidamente de todos aquellos a los que impulsa al 100%. Y The Fiend es el ejemplo más reciente.

¿Recuerdan cuando se levantaba después de diez «movimientos finales» como si una mosca se los hubiera aplicado? Muy atrás ha quedado esa versión suya. En Mania, sin ir más lejos, cayó en garras de Randy Orton bajo un «simple» —para sus viejos estandartes—RKO. Le haya quitado Alexa Bliss la mayor parte de sus poderes, desconocemos, pero está claro que ese Bray Wyatt ya es historia.

Vince’ometro:

► Roman Reigns

Roman Reigns

Ahora, aquí contamos otra historia. Es que más o menos, lo que hemos visto de Roman Reigns en la era de la pandemia ha sido una aproximación de Lesnar. Y Paul Heyman es lo de menos: Reigns ha gozado de un poderío quizá hasta más considerable que el que ya exponía en sus épocas como «chico bueno». En su nueva faceta pareciera haber mostrado muchas mejorías.

Por empezar, el papel de «rudo» —que, dicho sea de paso, le calza como anillo al dedo—suele ser mucho más receptivo a mostrar a un individuo de una manera dominante. El «técnico», por el contrario, habitualmente es posicionado como el underdog o, en todo caso, se le presentan adversidades a las que debe sobreponerse (motivo por el cual Drew McIntyre, por ejemplo, ni siquiera debería ser considerado en este debate). Con su actitud actual, sin embargo, tiene más libertad para hacer la diferencia.

Más de un año como el Campeón Universal es el fiel reflejo de ello: «El Jefe Tribial» no tiene planes de ponerle fin a su dominio, como así tampoco el Presidente de WWE. John Cena en SummerSlam 2021 o Dwayne «The Rock» Johnson en WrestleMania 38 no deberían ser más que piedras en su zapato. Si hay alguien a largo plazo que pueda ocupar la plaza vacante, ese es el samoano.

Vince’ometro:

► Goldberg

Goldberg

Comentábamos más arriba cómo encontrar a alguien que haga las veces de Brock Lesnar es sumamente complicado. Mucho del producto de WWE consiste en el llamado «50/50 Booking», un sistema en el que las victorias y las derrotas se reparten en partes iguales, sin inclinar la balanza para ningún lado y así extender las rivalidades. Hay excepciones como lo fue Bill Goldberg hasta hace poco, donde el protagonista muy rara vez ve la derrota.

Lo fue, valga la redundancia, pero ya no lo es. Un detalle no menor es que Lesnar tuvo mucha inspiración del Goldberg de WCW, mas tras caer ante Braun Strowman en WrestleMania 36 y luego contra Drew McIntyre en Royal Rumble 2021, bastante de su credibilidad desapareció. Un problema mayor, puesto que, y esto es de público conocimiento, gran parte de su atractivo tenía relación con esa capacidad de no perder. Además, 54 años no son pocos para sobreponerse al talento joven, y convengamos que el hombre tampoco es fácil de satisfacer económicamente. Así que…

Vince’ometro:

► Omos

Omos

Si hay una Superestrella WWE que, al verlo, te tiente para convertirle en un monstruo, una pared contra la que todos estrellen y no tenga piedad, ese es Omos. Sus presuntos 2,22 metros (no sabemos con exactitud su altura dado que WWE tiende a exagerar sus números) lo convierten en uno de los gigantes más grandes de los últimos tiempos, y vaya que McMahon ha querido sacar provecho de ello: todas las semanas revolea a sus adversarios por los aires como si fueran muñecos de trapo.

No nos confundamos, de todos modos. Así se empieza, pero no se mantiene. En estos momentos, el nigeriano es el gigante de la WWE. Como lo fue André el Gigante, y luego decayó. Como lo fue Big Show, y luego decayó. Como lo fue Kane, y luego decayó. Como lo fue Braun Strowman, y luego decayó. Undertaker fue el único que pudo mantener esa aura imparable; todos sabemos que era un caso aparte, no obstante. ¿Es Omos el próximo Undertaker? Es muy difícil que lo sea, por lo que sus probabilidades son muy bajas.

Vince’ometro:

► Bobby Lashley

Un punto que es sumamente importante para ocupar el trono de Lesnar y (atención a esto) mantener esa reputación, es la capacidad taquillera. La magia de «La Bestia Encarnada» siempre se redujo a esto: al ser una auténtica estrella podía vender él solo un PPV completo, lo que significaba pagarle un salario inhumano que sólo se justificaba poniéndole en una posición privilegiada; triunfos garantizados, que a su vez eran su fuerte.

Está a simple vista el hecho de que WWE ha querido que Bobby Lashley siga los pasos del ex Campeón Mundial de UFC, y uno mentiría si dijera que no ha cumplido en el rol de la amenaza como la que se le presentó últimamente. Si sostendrá esa posición de aquí a unos cuantos años, esa longevidad que Lesnar mantuvo y aún mantiene, dependerá directamente de si ese manejo que ha venido recibiendo se traducirá en dinero verdadero. De seguro ya no será una estrella al nivel de Lesnar, pero sólo con ser la mitad de lo que él ha sido bastará para contentar al mandamás.

Vince’ometro:

LA LUCHA SIGUE...
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