Hubo un tiempo, algunos jovenzuelos del lugar tendrán que frotarse los ojos, en que Donald Trump fue todo un «babyface» para el Universo WWE.
Cuando la imagen de Trump aún no estaba asociada al republicanismo más rancio de EEUU y por supuesto nadie contemplaba que algún día ocupase el sillón presidencial, ejerció de multimillonario dicharachero en oposición al personaje de multimillonario tiránico de Mr. McMahon camino a WrestleMania 23. Allí, al amparo del magno evento de 2007, Trump y McMahon se jugaron sus cabelleras en una «Batalla de Milmillonarios», aunque ninguno compitió como tal, sino que lo hicieron a través de Bobby Lashley y el añorado Umaga, respectivamente, con el extra de Stone Cold como réferi. Y Trump se alzó victorioso, gozando de la satisfacción de rapar a McMahon.
Dos años después, Trump hizo de nuevo acto de presencia en la programación de WWE para comprar, literalmente, Monday Night Raw. No obstante, a posteriori, Trump acabó por venderle al «Chairman» el programa por un precio superior.
Todo, mientras la amistad fuera de cámara entre Trump y McMahon se hacía cada vez más estrecha. Puesta de manifiesto con la contratación de Linda McMahon para el gabinete presidencial de Trump o con las concesiones realizadas a WWE durante el primer año de pandemia en cuanto a la continuidad de sus shows.
► Otro clavo en la «VKM Era»
Allá por 2016, año de la elección de Trump como cuadragésimo quinto presidente de EEUU, se hizo pública la noticia de que los McMahon destinaron 5 millones de dólares a la Donald J. Trump Foundation entre 2007 y 2009. Por entonces, un movimiento no considerado ilegal, pues se asumió que Vince y Linda lo habían sufragado de sus bolsillos particulares.
Pero ahora, el Wall Street Journal publica que dicha cantidad se costeó con dinero de las arcas de WWE, según una investigación interna de la propia empresa, que concluye que fue parte de esos 19.6 millones de dólares en gastos no registrados; motivo del retiro forzoso de Vince McMahon el pasado mes y del aparente cambio de guardia en su imperio.
Una fuente contó al Wall Street Journal que el contrato de Trump por sus apariciones en 2007 estipulaba que su fundación recibiría 4 millones de dólares como estipendio. El otrora «líder del mundo libre» dijo que sus implicaciones resultaron tan exitosas que su amigo Vince accedió a darle un millón más, pero el abogado del promotor, Jerry McDevitt, niega que se tratara de un «bonus» y que todo el dinero salió de los bolsillos particulares de los McMahon.
Asimismo, McDevitt considera que los pagos deberían ser clasificados como «gastos empresariales», ya que McMahon es el principal accionista y a su juicio, resultaron beneficiosos para WWE; si bien el abogado no explica de qué manera beneficiaron a la compañía.
El chavo del five no puede hacer más el ridículo.
Esta nota debe ser tu magnum opus. Vas a tener que esforzarte mucho para superar tanto amarillismo rancio de giliprogre.
Mejor sería que hable de los gallegos muertos de hambre: racionando la electricidad, el agua, como negros esclavos.
No tiene vergüenza de hablar de política, viviendo en un país donde tienen que compartir el mismo jabón para lavarse el cccculo debido a los giliprogres