Villano III, el exaltado en Homenaje a Dos Leyendas 2017 – ¡Viva el Rey Arturo! – A 17 años del combate donde perdiera su incógnita

Hoy 17 de marzo se cumplen 17 años de que se llevara a cabo una de las luchas más épicas de las que se tenga memoria en los archivos de la Lucha Libre Mexicana. Nos referimos a la lucha de apuestas entre Atlantis y Villano III donde estuvieron en juego sus incógnitas.

Ante un pletórico escenario como la Monumental Arena México, se veían las caras sobre el cuadrilátero dos ídolos, dos hombres con sed de batalla, que había llegado a estas instancias por la rivalidad que surgió a partir del antagonismo deportivo que existía entre los elementos del CMLL y los provenientes del Toreo de Cuatro Caminos. De hecho, Villano III era la carta fuerte del Grupo Independiente. Este era también el primer magno evento que se transmitió en pago por evento.

La cuenta regresiva comenzó a correr en punto de la 10:30 de la noche, cuando en medio de una gigantesca ovación el público recibió a Villano III, en seguida llegó el Ídolo de los Niños, que incluso fue abucheado por un sector de la arena. La lucha fue pactada a una sola caída. Como sécond de Atlantis apareció El Rayo de Jálisco Jr; Scorpio Jr. apoyó en la esquina a Villano III.

Al unísono el nombre de «Villano» surgió de miles de gargantas retumbando en el Coso de la Doctores. Cómo réferi del encuentro se había designado a Baby Richard, pero inesperadamente, Atlantis solicitó al Comisionado Felipe Ham Lee un cambio de autoridad, petición que Villano terminó respaldando por lo que Rafael el «Maya» fue designado como el tercer hombre sobre el cuadrilátero. Finalmente llegaría a su fin un odio intenso que se había alimentado por semanas.

Desde el comienzo de las acciones, Villano III intentó tomar el control de la contienda, con recios castigos que provocaron la ruptura de la máscara de su rival y que en consecuencia comenzara a manar la sangre por su frente.

Los dos luchadores no daban cuartel, en un tope hacia afuera del ring, Villano se lanzó para impactar a Atlantis, lo que dio como resultado un brutal encontronazo de frentes, que los dejo tirados, por lo que hubo necesidad de que el Dr. Manuel Galván ingresara para revisar la condición de ambos.

En tanto el público no dejaba de apoyar a los protagonista en un duelo de porras sin igual. El llaveo y contrallaveo estuvo a la orden con la aparición sucesiva de la de a Caballo, la Swastica, el Tirabuzón, la Campana, la Cerrajera, la Gory invertida, el Cristo, que deleitaron a los presentes.

El miembro de la Dinastía Imperial parecía por momentos confiado en que su mayor experiencia lo llevaría a mostrar su hegemonía; pero Atlantis no cejaba en su intento en sorprender con su llave letal: la Atlántida, que le había dado grandes triunfos y que intentó aplicar en múltiples momentos de la lucha. Las emociones subían de intensidad, Villano sentía que el triunfo era suyo, pero Atlantis castigaba con esa quebradora en todo lo alto de la que milagrosamente el Pantera Rosa se libró. Desgastado el Ídolo de los Niños no daba crédito y comenzaba a notarse el cansancio físico en ambos. En una nueva ofensiva, Atlantis volvió a aplicar la Atlántida sobre su odiado rival, pero esta vez fue contundente, ya que se aferró de tal modo que no lo dejó escapar y más aún, se dejó caer de rodillas sobre la lona para hacerlo más doloroso. Ante lo devastador del castigo, Villano III cedió y así cayó una de las máscara más importantes de toda la historia de la lucha libre mexicana y catapultaba por todo lo alto a Atlantis.

Se revelaba además el nombre del ídolo, Villano III: Arturo Díaz Mendoza, quien pidió a su padre Ray Mendoza «El Jefe Dedos Chuecos» que le quitara la tapa para luego entregarla al vencedor de la batalla.

La lucha fue premiada por el Wrestling Observer como la lucha del año (2000) y es considerada como la mejor en los últimos años en México, por la calidad de sus protagonistas ya que al momento de su realización ambos gladiadores eran muy reconocidos y portaban máscaras muy cotizadas, dos atletas con gran técnica y experiencia más una entrega total al público que trajeron como resultado un lleno espectacular y que en todo momento estuvo filo de la butaca finalizando con la consagración de Atlántis y el reconocimiento para el Villano III, así como la caída de su cotizada capucha.

El día de hoy, en la gran función de «Homenaje a Dos Leyendas» se reconocerá la trayectoria profesional de más de 45 años de Villano III,  ídolo querido que llenara tantas páginas en la historia de la lucha libre mexicana. Como dato adicional, será el primer caso donde el festejado sea un junior y también será la primera vez donde ya previamente se haya homenajeado a su padre Ray Mendoza (2010).

 

LA LUCHA SIGUE...
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