Tras el evento UFC 295 celebrado anoche en Nueva York, se anunciaron los ganadores de las bonificaciones de 50.000 dólares.
Los directivos de la UFC se mostraron generosos con sus repartos tras una gran noche de finales en el Madison Square Garden, lo que se tradujo en un total de 7 bonificaciones.
El combate de la noche fue para Viacheslav Borshchev y Nazim Sadykhov, en una emocionante pelea preliminar que terminó en empate mayoritario.
El nítido boxeo de Borshev a la cabeza y al cuerpo y sus buenas patadas le ayudaron a ganar el primer asalto, pero en el segundo Sadykhov le hirió con un puñetazo y luego le asestó una gran patada a la cabeza. De algún modo, el ahora ensangrentado Borschev sobrevivió a ese posible final de combate y a los golpes en el suelo que le siguieron, pero el ritmo de la pelea había cambiado drásticamente.
Sin embargo, Borschev demostró su dureza, determinación y habilidad en los últimos cinco minutos, en los que utilizó su golpeo clínico y sus mayores reservas de energía para dominar la acción en pie, al tiempo que se las arreglaba para volver a ponerse de pie cuando era derribado, con el fin de ganar el asalto y obligar a los jueces a declarar el combate en tablas.
Alex Pereira obtuvo uno de los cinco premios a la «Actuación de la noche» por su contundente victoria por KO sobre Jiri Prochazka, que le valió el título semipesado.
Las potentes patadas de Pereira fueron la tónica del primer asalto, y aunque Prochazka mostró una buena cara de póquer, no cabe duda de que pronto empezaron a pasarle factura. Tanto es así que Prochazka optó por llevar el combate a la lona al final del asalto, pero Pereira fue capaz de recuperarse poco a poco.
En el segundo asalto, Pereira siguió acertando con sus patadas a las piernas, y al final del mismo, cuando Prochazka se lanzó al ataque con una ráfaga de golpes, el ex campeón de peso medio pudo contrarrestarlos contrarrestarlos con dos puñetazos que le hicieron caer de rodillas.
Prochazka se agarró instintivamente a las piernas de su oponente mientras intentaba quitarse las telarañas, pero Pereira no tuvo piedad y le propinó una lluvia de martillazos y codazos en el costado de la cabeza hasta que Prochazka cayó de espaldas. Pereira aterrizó sobre él en la montura, pero antes de que pudiera entrar a matar, el árbitro intervino para dar por concluido el combate, declarando a Pereira nuevo campeón de las 205 libras por KO.
Mientras tanto, en la pelea estelar, Tom Aspinall ganó el título interino de los pesos pesados y se hizo con una bonificación por actuación tras derrotar por KO a Sergei Pavlovich en el primer asalto.
Aspinall buscó las patadas en los primeros compases del combate, mientras que Pavlovich le devolvió el golpe. A los 69 segundos de combate llegó el final, cuando Aspinall asestó un puñetazo en la sien que dejó a Pavlovich con las piernas inestables, antes de que un gancho se estrellara contra su rival, que cayó desplomado a la lona, donde recibió unos cuantos golpes más para sellar una trascendental victoria por nocaut técnico.
Jessica Andrade salió de una racha de tres derrotas consecutivas de forma feroz contra Mackenzie Dern, que demostró ser una pareja de baile dispuesta en los intercambios de golpes, pero que a veces era un blanco fácil debido a sus deficiencias defensivas.
En los últimos compases del primer asalto, Andrade ya empezaba a hacer daño a Dern, pero fue en el segundo cuando la brutal paliza empezó a acelerarse rápidamente. Cuando Andrade logró su primer derribo del asalto a base de puñetazos, se negó sabiamente a seguir a su rival a la lona y en su lugar le hizo un gesto para que volviera a levantarse.
Dern le hizo caso y trató de pasar a la ofensiva, pero Andrade estaba esperando para contraatacar y no tardó en volver a derribarla con un derechazo. Dern volvió a ponerse en pie con las piernas tambaleantes y parecía un ciervo bajo los focos, mientras Andrade la acechaba y la fulminaba con un gancho y un recto que la hundieron en la lona por última vez para acabar con un contundente nocaut técnico.
Benoit Saint Denis confirmó que es una de las promesas más interesantes de la división de peso ligero al vencer a Matt Frevola con un rápido final de infarto.
El ritmo fue alto desde el principio y Frevola fue capaz de conseguir un gran derribo, pero BSD luchó para volver a ponerse en pie y, cuando su rival retrocedió, soltó una gran patada a la cabeza que conectó y provocó un gran KO a los 91 segundos de combate.
El primer combate de la cartelera principal marcó la pauta para la parte del PPV cuando Diego Lopes noqueó a Pat Sabatini en sólo 90 segundos.
Tras un forcejeo inicial en la lona, Lopes conectó un uppercut mientras se levantaban y luego hirió a Sabatini con un gran derechazo, antes de ejercer presión para llevarlo a la lona. A partir de ahí, Lopes atrapó una de las manos de Sabatini en la espalda mientras con la otra le propinaba una lluvia de golpes y derribos que le valieron el nocaut final.