UFC 209 pasó de ser quizás uno de los mejores eventos del año 2017 a ser uno de los más decepcionantes por dos cuestiones principales. La primera, la cancelación del enfrentamiento Khabib Nurmagomedov vs. Tony Ferguson. La segunda, la aburrida pelea por el título de 170 libras entre Tyron Woodley y Stephen Thompson.
Después de haber realizado una de las mejores peleas del pasado año, que tuvo como resultado un empate que dio pie a una revancha inmediata, todo el mundo esperaba con muchas ganas una segunda guerra entre los dos peleadores. Sin embargo, ambos se mostraron con demasiado miedo por atacar, con demasiado miedo por perder.
Las críticas no han faltado para los dos peleadores, pero por un lado Wonderboy todavía no ha hablado demasiado públicamente, sino por el otro ha sido The Chosen One quien ha respondido a todas y cada una de las críticas desde el evento. Estos días se ha defendido nuevamente, ahora de quienes dicen que es un peleador aburrido.
La gente puede decir que soy aburrido, pero ¿a cuántos peleadores he noqueado? Piensen en Carlos Condit, en Dong Hyun Kim, en Robbie Lawler, en Jay Hieron o en Josh Koscheck. Quienes dicen que soy aburrido no tienen memoria a largo plazo. Yo también estaba frustrado después de la pelea, incluso llegué a pensar que había perdido. Pero no todas las peleas van a ser como Gilbert Melendez vs. Diego Sánchez. Al final del día, lo importante es mantener el título.
El monarca también habla nuevamente sobre la forma que UFC tiene de promover a sus peleadores.
No deberían promover un peleador, sino una forma de vida, así conseguirán que los aficionados se acerquen más al peleador, si demuestra que tiene un determinado estilo de vida. Siento que soy el peleador perfecto para que se convierta en una estrella.
El presidente ha dicho en alguna ocasión para si quiere convertirse en una estrella debería tener la actitud que tiene Conor McGregor. Y es que Tyron Woodley puede decir muchas veces que deberían promoverlo como una estrella, pero ciertamente no es de los peleadores más queridos por los aficionados.