Triple H no impulsará a todos los talentos, y obviamente, igual que Vince McMahon mostraba predilección por ciertos nombres, «The Game» parece nunca mostró predilección por Lacey Evans, quien un año después de la entrada en escena del 14 veces campeón mundial, ha acabado por quedar fuera de WWE.
Según Dave Meltzer, no se produjo ningún tipo de rescisión. Simplemente, Evans esperó hasta concluir su contrato y ninguna de las partes llegaron a un acuerdo para renovarlo. Así, Evans podría aparecer en cualquier momento bajo los focos de otra promotora, pues está libre de cualquier cláusula anticompetencia.
Y de inmediato, al confirmarse su marcha, numerosos seguidores de AEW inundaron las redes sociales pidiendo a Tony Khan que Lacey Evans no se convirtiera en «All Elite», recordando ciertas acusaciones de carácter homófobo vertidas contra ella por parte del luchador Effy. Imagen que la propia Evans se fraguó mediante proclamas negacionistas durante la pandemia.
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Y todo esa presteza de los aficionados cae un poco en saco roto, porque ahora, en su primera entrevista concedida como ex-WWE, a The Island News, Lacey Evans revela que la lucha libre ya no ocupará su vida de aquí en adelante.
Situado sobre la ciudad de Beaufort (Carolina del Sur, EEUU), Sunny Summers Cafe, previsto para inaugurarse mañana, supondrá ahora la dedicación de Evans, quien asegura busca ofrecer así una suerte de servicio social.
«Pensé que podía ayudar mejor que en un ring de WWE teniendo una pelea distinta. Quiero centrarme en ayudar a mi comunidad a luchar contra las adicciones y luchar por normalizar los problemas de salud mental.
«Quería crear un espacio donde la gente pudiera entrar y desconectarse de sus aparatos, pero también desconectar de su problemas. El celular ha sustituido a tu computadora. El celular ha sustituido a tu cámara. No dejes que sustituya a tu familia».