Un segmento del último episodio de AEW Dynamite, protagonizado por Shawn Spears y Tony Schiavone, nos llamó poderosamente la atención por su directa referencia a WWE, pese a no pronunciarse explícitamente el nombre de esta empresa.
El otrora Tye Dillinger apuntaba a Schiavone el torpedeo corporativo del que, a su juicio, estaba siendo víctima en AEW, similar al sufrido dentro del Imperio McMahon.
«Yo apuesto por mí mismo. Dejé New York, y las cosas no han salido siempre a pedir de boca. Puedes cambiar las tres letras, pero no puedes cambiar el techo de cristal. Tengo más talento que el 95% de este elenco y de cualquier otro elenco del mundo. Luzco mejor, trabajo mejor y demonios, sin duda hablo mejor. Así que no sé por qué todo el mundo intenta tomarme el pelo haciéndome creer que no.
«Si no puedes encontrar cinco minutos a la semana para un tipo que tiene 19 años de experiencia y cumple con todos los requisitos para ser una estrella televisiva, entonces sí, hay un problema. Pese a entrar en AEW con mucha popularidad, por cierto, sólo me veo intentando salir del agujero en el que Tony Khan y su vicepresidente ejecutivo favorito, Cody, me han empujado».
A continuación, Schiavone le pregunta si, por un casual, cree que puede que el problema sea él, no los demás. Cuestión ante la que un airado Spears abandona el set.
► A la espera de ser una estrella
Y curiosamente, poco después de la conclusión de este último show de Dynamite, Spears fue eliminado de la sección «Roster» de la web oficial de AEW.
Spears no está programado para el próximo Dynamite ni el próximo capítulo de AEW Dark, mientras su cuenta de Twitter está desmantelada. Pero con todo, parece que esto se ubica dentro del «kayfabe», a fin de conceder se diría un nuevo impulso al gladiador, quien no pierde en mano a mano desde mayo, cuando cayó ante Dustin Rhodes en Double or Nothing.
Chris Jericho ya dijo el pasado año que AEW haría de Spears una estrella, pero de momento, esas promesas de un mejor manejo, tras su frustrado paso por WWE, no se están materializando. Veremos si la historia que nos ocupa supone un punto de inflexión para el esposo de Peyton Royce.