Dice Edge que en su nueva etapa competitiva dentro de WWE no ha venido a pasearse. Y que ganase el Royal Rumble varonil el pasado domingo debería indicarnos que estará regularmente en pantalla al menos hasta WrestleMania 37.
Por lo pronto, ayer apareció en NXT, marca repleta de competidores en alza que sin duda necesita de un impulso a fin de mejorar sus ratings. Sin embargo, hasta ahora, no puede decirse que Edge haya ejercido de veterano elevador de jóvenes talentos, cuando además sabemos que enfrentaría a Roman Reigns en «The Showcase of the Inmortals»; Superestrella ya establecida y consagrada en McMahonlandia.
► Un retorno con narrativa
En junio del pasado año, «The Rated-R Superstar» explicó así el motivo de que entonces no quisiera trabajar con nuevos prospectos.
«Hay una razón por la que esta nueva encarnación de Edge empezó con Randy. Sé que la gente quiere quejarse acerca de, ‘¿cuándo vas a trabajar con los chicos nuevos?’ Echen el freno. Recuerden que he estado inactivo durante nueve años. Así que, para mí, necesitaba saber exactamente dónde me encontraba […]»
Y en sus más recientes declaraciones públicas, realizadas durante una teleconferencia de WWE (creditos a Sportskeeda), el canadiense amplió sus argumentos al respecto.
«Quería luchar con Randy Orton tras regresar. Necesitaba saber dónde estaba. Y Randy, para mí, es la vara de medir para saber dónde estás. Y tenemos química, y tenemos historia, y hay algo intangible que tenemos, y sabía que tenía que empezar por ahí. Y también sabía que hay un océano de nuevos rivales y nuevas historias y todas esas cosas. Y es apasionante».
Edge nombra a sus más deseados rivales en WWE