A lo largo de su carrera en WWE, Nia Jax ha sido más odiada que animada pues ha sido más heel que babyface. De hecho, hace unos meses volvió a la empresa tras su despido mostrando nuevamente su cara más malvada; el público ni siquiera la apoya contra la odiosa Rhea Ripley, la Campeona Mundial. Mami atrae más que The Irresistible Force.
Pero eso no es un problema, ni mucho menos, es más, es totalmente positivo, pues de eso se trata la rudeza. Y en su caso parece que va más allá pues muchos la abuchean también por sus errores en los combates, llevando la situación a un plano más personal, lo cual aumenta la emoción añadiendo una capa más a su personaje e historias.
Dicho esto, ¿cómo lo vive la luchadora samoana como Superestrella provocar esas reacciones negativas en la gente? La que fuera Campeona Raw o Campeona de Parejas WWE habla de ello en su reciente entrevista con Mike Karolyi.
«Creo que mi personalidad se inclina más hacia la de una villana. Realmente no me importa si la gente me quiere o no, la mayoría no lo hace, y eso realmente aviva mi motivación para entrar allí y realmente hacer que se enfurezcan aún más«.
«Definitivamente es divertido ser una villana, los héroes, bueno, no son lo mío. No estoy tratando de caerle bien a todos«.
Parece que para luchadores y luchadoras se siente mejor ser los malos que los buenos de la película. Puede que ahí entre algo que MJF comentaba recientemente: la conexión con los fans. Es decir, cuando eres heel, ya está, te odian, no tienes que gustarles ni mantener su cariño. En cambio, cuando eres babyface, puedes decepcionarlos, puedes perder su apoyo. Quizá no sea más fácil ser rudo pero puede que sí más cómodo, o más liberador.