El sábado en Atlantic City se realizó el evento UFC Fight Night: Barboza vs. Lee. Esta velada de MMA puede ser un punto de inflexión en UFC, debido a lo ocurrido entre la organización y la peleadora Leslie Smith (10-7-1) la mañana antes al pesaje.
Poniéndonos en situación tenemos que aclarar, como ya lo hizo SÚPER LUCHAS en su día, los incidentes previos al pesaje. Esa mañana dos combates fueron cancelados y dos peleadores habían excedido el peso máximo.
Uno de ellos fue la rival a la que iba a hacer frente Smith, Aspen Ladd (6-0-0). La joven Ladd sobrepasó el límite por más de 1,5 libras; inhabilitándola así para competir en la categoría pactada. Sin embargo, en estos casos la compañía norteamericana suele arreglar esta situación pactando una compensación entre los competidores del combate. De hecho, en ese mismo evento, el peleador Kevin Lee (17-3-0) también superó el límite para su enfrentamiento.
Lo curioso de la situación reside en el trato que realizó UFC en ambos combates. Mientras que con Lee se pactó unas condiciones para no suspender el enfrentamiento, a Ladd la apartaron del evento cancelando esta pelea. A pesar de esta situación, Smith cobró lo acordado por su enfrentamiento como si lo hubiese disputado y ganado. Esto propició el fin del contrato de UFC y Smith puesto que esa era la última pelea pactada que quedaba en su acuerdo. Ahora Leslie Smith acusa a UFC de querer apartarla de la compañía debido a la organización que preside, «Project Sperhead«.
El «Project Sperhead» es una organización fundada por Smith. Dicha organización busca la unión de los peleadores de MMA como si de un sindicato se tratase. Lo principal que se busca con este proyecto es obligar a UFC a declarar si sus peleadores son considerados o empleados o trabajadores independientes.
En declaraciones para el programa MMA Hour de Ariel Helwani, Smith explicó la situación que está dando en UFC, desde su punto de vista:
«En mi opinión lo que UFC hizo fue ilegal. Porque ellos han creado una situación en la que se fomenta un clima de miedo, donde los peleadores del roster de UFC temen organizarse públicamente y defender sus derechos.
«Ese clima de miedo que fomentan viola la ley federal. Eso es lo que defiende la Junta nacional de relaciones laborales (NLRB por sus siglas en inglés), y ahí es donde está la ley».
Además, la peleadora también quiso analizar lo sucedido entre ella y UFC la mañana previa al pesaje del último evento:
«Siento que, si no hiciese esto en este momento, no estaría haciendo justicia a todo por lo que he estado luchando. Esa es la principal razón por la que decidí no pelear cuando me dieron los 62.000 dólares, porque en ese caso estaría peleando gratis. Y ese ha sido mi objetivo todo este tiempo. no debemos de estar manipulados por el orgullo. Debemos considerarnos como nuestro propio negocio y pelear por las largas sumas de dinero que nos merecemos».
El trato que se dio a Smith la mañana del 20 de abril es realmente muy poco habitual en UFC. La compañía no suele dar el dinero y el bono de victoria a un peleador si este no ha combatido. De hecho, el peleador afectado tiene el control para decidir si toma o no el enfrentamiento. Aún más, puede ser la primera vez que UFC le da el dinero a un peleador y considera su contrato cumplido.
Smith siente que la compañía presidida por Dana White considera a su organización algo dañina, dado que ellos han preferido pagarle y sacarla fuera para que no siga presionando a sus peleadores. Además, ella cree que si su litigio tiene éxito es muy posible que la NLRB obligue a UFC a clasificar a sus peleadores como empleados, como ella desea que suceda.