A veinticinco años de la primera función de Triple A

«Las cosas cambian tanto… están cambiando» Gerardo Enciso

Eran finales de la década de los ochentas cuando Antonio Peña Herrada, hijo de luchador, sobrino de luchador, luchador de toda la vida, se fincó como el principal programador de la vetusta Empresa Mexicana de Lucha Libre, con un sólo ideal: «voy a hacer que se vuelva a llenar la Arena México». Y lo hizo, con carteles donde aprovechaba a lo mejor del talento que la empresa había relegado por años, y con jóvenes talentos de arenas independientes que, al cambiar de equipo y de nombre, renacían para una nueva generación de aficionados a los cuales la lucha libre llegaba de mano de la televisión. Las grandes entradas y los grandes éxitos comenzaron para Antonio Peña, pero de la mano llegaron las envidias y los sinsabores de «amigos» que apuñalaban por la espalda.

Y nació AAA

Peña pues decidió, debido a la buena relación que tenía con Televisa, asociarse a ésta para fundar una alternativa viable en la que pudiera ofrecer su concepto total de lucha libre, sin limitaciones ni dejando decisiones a terceros. Al concepto decidió ponerle tres letras convertidas en un acrónimo que marcaron el futuro de la lucha libre mexicana AAA (Asistencia, Asesoría y Administración), Triple A nacía con una conferencia de prensa donde Peña volvió a lo mismo, presentando a nombres conocidos por lo que él había podido apoyar en el (ya para entonces, y por iniciativa de Peña) Consejo Mundial de Lucha Libre. Pero también llegaban nuevos personajes: La Parka, Ice Killer, Winners, El Inmortal, Psicosis, Silver Star y los gallos: Giro y Colorado. Además se reafirmaba el concepto de su ingenio, el de los minis.

Veracruz, rinconcito donde hacen su nido las olas del mar

Se decidió pues que el inicio de la nueva empresa sería un día como hoy, 15 de mayo, pero de 1992, hace veinticinco años, en el Auditorio Benito Juárez de la tres veces heroica Veracruz se vivieron las primeras acciones de lo que después se conoció como la Caravana Estelar, pues la empresa nunca tuvo un recinto fijo ─diferencia principal con el CMLL.

Con tres día de anterioridad las poco más de cuatro mil localidades se habían agotado. Era lo que se planificó, un éxito. Llevar a las grandes estrellas que la televisión había proyectado a nivel nacional a que la afición de provincia las conociera en vivo. A lugares donde nunca habían llegado, fuera de circuito de la mal llamada Seria y Estable (Distrito Federal, Guadalajara, Cuernavaca, Acapulco, Puebla y unas cuantas plazas más). Contribuyó al éxito que la función fuera grabada para televisión y fuera transmitida un día después, el sábado 16 a nivel nacional, con los comentarios del gran doctor Alfonso Morales y Arturo Rivera, quienes ya habían marcado su «rivalidad» en los micrófonos por su paso en el CMLL.

LOS RESULTADOS:

Súper Star, un joven que terminaría por ser un guerrero negro.

La función comenzó con una lucha que nunca se exhibió en televisión, con algunos elementos locales, nuevos personajes y otros veteranos de la vieja guardia. Apocalipsis III y El Inmortal vencieron al veterano de mil batallas Barba Negra y Super Star (Camorra, La Máscara, Bronce, entre otros al inicio de su carrera, pero consagrado años después como Black Warrior).

 

 

 

Un personaje de enorme cariño para Antonio Peña, el Espectrito.

La segunda lucha fue en el concepto de minis, y varios nombres que ya eran conocidos en el CMLL comenzaban en Triple A, con la inclusión de un nuevo personaje, así, Justicierito, Mascarita Sagrada y Octagoncito se llevaron la lucha contra Jerrito Estrada, Espectrito y El Picudito, quien debutara primero que su versión mayor.

 

 

 

 

 

 

 

Un joven prospecto de nombre Winners debutaría para escribir una trayectoria que terminaría en un Abismo Negro

Unos renovados Destructores (Rocco Valente, Vulcano y Tony Arce) se enfrentaron a tres personajes debutantes, pero viejos conocidos de las arenas de la periferia, el joven Winners (Furor y posteriormente Abismo Negro), y los gallos Giro y Colorado (el veterano Dardo Aguilar), quienes no pudieron con la maquinaria Destructora.

 

 

 

 

 

 

 

Un huesudo luchador de nombre La Parca debutaba también. Sí, el mismo que sigue siendo un ídolo bajo el nombre de LA Park

En la semifinal, se le daba continuidad a una de las rivalidades más importantes en el CMLL, Fuerza Guerrera acompañado de los debutantes Ice Killer (El Canalla II) y La Parka (Príncipe Island, El Minero, El Asesino de Tepito, hoy LA Park) se enfrentaron al consentido local Octagón y otros dos prófugos de la Seria y Estable: Ángel Azteca y El Justiciero, quienes no pudieron por las intervenciones de otro debutante a nivel nacional, el réferi El Tirantes.

 

 

 

 

 

En el evento estelar aparecía el máximo ídolo del momento, el famoso Can de Nochistlán, Pedro «Perro» Aguayo, quien hacía mancuerna con una de las más grandes creaciones de Peña, Máscara Sagrada y un veterano que llegaba de los terrenos de Lucha Libre Internacional (El Toreo), El Fantasma. Quienes a la postre se llevaron la victoria al pasar por descalificación ante los Hermanos Dinamita: Cien Caras, Máscara Año 2000 y Universo 2000.

 

LUCHAMANIA

Al centro el Dr. Alfonso Morales, locutor de Televisa y, en ese entonces, columnista de SÚPER LUCHAS.

 

En esa primera función, SÚPER LUCHAS estuvo presente, a través de la pluma del Doctor Morales, quien en su columna LUCHAMANIA narraba parte de lo vivido en el Auditorio Benito Juárez aquella noche de viernes:

«Importante animación se vive en este girón histórico de nuestra patria, con motivo de la apertura de la empresa luchística Triple A. El escenario elegido, el Auditorio Benito Juárez, de la colonia Ignacio Zaragoza. Desde temprana hora se vivió gran actividad, ya que los requirimientos de orden técnico solicitados por Antonio Rocha, súper productor de Televisa, los obligó a construir una «araña» ─la que sostiene unos focos de alógeno para una mejor recepción visual de la pantalla─…

«La mayoría de la gente preguntaba por los Hermanos Dinamita: «¿A qué hotel llegarán?», «¿es cierto que Octagón es veracruzano?» y muchas, muchísimas preguntas más sobre los actores de ésta memorable función.

«Octagón se manifestó en relación a la nueva empresa, Triple A, que ésta nace para mejorar las condiciones actuales de los elementos…

«Cuando llegamos al auditorio, faltando cerca de dos horas, esa zona ya era la locura: la gente haciendo cola, pues las puertas aún no habían sido abiertas, los coches tocando el claxón pues nadie se movía, los asistentes, en su mayoría niños, ya estaban que se les quemaban las habas pues las puertas no se abrían. Aún faltaban 45 minutos y el local ya estaba lleno, con un calor infernal.

«Los primeros en presentarse fueron los réferis: Pepe Casas y El Tirantes ─ese quién era─ la verdad no tenía el gusto de conocerle, pero quiero decirles queridos amigos, que ese personaje la va a hacer en grande, pues sabe bien el terreno que está pisando y junto a Pepe Casas van a formar una pareja ¡Explosiva!

«Cuando concluyó la primera lucha se recibieron informes de que había cerca de dos mil gentes afuera que no podían entrar, por lo cual una rápida decisión, la cual la platicaron Antonio Rocha y el ingeniero Juan Carlos Estrada, responsable técnico de la transmisión, colocaron monitores en los alrededores del auditorio para que la gente se calmara. ¡Si este era el principio imagínense lo que sería la lucha estelar!

«Los minis dieron una demostración sin igual.

«Los Destructores aplastaron a sus rivales.

«El Tirantes ayudó descaradamente a Fuerza Guerrera, Ice Killer y La Parca en su lucha contra Octagón, Ángel Azteca y Justiciero, por lo que la gente ya instalada en la parafernalia le dijo hasta de lo que se iba a morir.

«En está refriega estaban cuando aparecieron los Dinamita e hicieron estallar el cohete de la emoción, llegaron para «atender» a Octagón, cuando apareció el Perro Aguayo y no vean la loquera, parece que el auditorio se iba a venir abajo, secundado por El Fantasma y Máscara Sagrada dieron una demostración de lo que es integrarse. El final fue dramático. El Perro con la frente destrozada, lo azotaron contra las sillas, fue necesario llevarlo a la clínica donde llegaron. También a Máscara Año 2000, quien fue víctima de un malnacido aficionado, quien le ocasionó una lesión en el ojo izquierdo, ya que le dio con una canica.»

 

Tras el éxito obtenido en la primera función, vinieron muchas más funciones en plazas como Querétaro, San Luis Potosí, León, Aguascalientes y todo el país… La Caravana siguió dando un concepto diferente, que con el paso del tiempo resultó por ser controversial, pero del que no se le puede negar su influencia, no sólo a nivel nacional, sino internacional.

Los cambios han sido la constante de la empresa, que pasó de ser una sociedad con una televisora a una empresa liderada por una sola persona, para después ser una empresa familiar y hoy en día, una empresa con visión y socios comerciales muy importantes.

Hoy, como en un inicio, SÚPER LUCHAS es testigo de tu paso Caravana Estelar ¡Felices veinticinco años Triple A!

LA LUCHA SIGUE...
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