Que Eric Bischoff considerara el producto de AEW como incapaz de ejecutar una narrativa básica el pasado marzo detonó, eventualmente, el choque tuitero entre «Easy E» y CM Punk del pasado mes.
«Llevo diciendo esto desde el principio, ya sea sobre WWE o AEW, y AEW ha demostrado que estoy en lo cierto. El hecho de que se hayan estancado da la razón a mi argumento. Puedes añadir a cuantos quieras a tu elenco y en dos o tres semanas ya no importará, a menos que la audiencia se enganche a una historia atractiva que haga que tengan ganas de ver lo que sucede la semana siguiente. No porque sean fans de la lucha libre y quieran ver un combate de cuatro estrellas del Tokyo Dome, no. Eso no aumentará la audiencia. Eso satisfará a la audiencia que ya tienes.
«Si puedes tener un combate fenomenal, genial, y es la recompensa a la historia, excelente, es perfecto. Pero si no construyes historias en las que la gente se centre, de las que hablen, se identifiquen y hagan que los fans quieran volver cada semana para ver qué será lo siguiente, si no haces eso, que haya un combate fenomenal me importa un caraj*. Podrías llevar todo el elenco de WWE a AEW y nada cambiaría. Se trata de las historias. Y primeramente, tienes que tener una noción básica de cómo se cuenta una historia. Y no lo veo. Lo veo en WWE y no lo veo en AEW».
► Una cuestión «cultural» para Eric Bischoff
Y Bischoff no pierde coba, convencido de que el wrestling actual carece del buen hacer narrativo de antaño, cuando en la más reciente entrega del podcast ‘Strictly Business‘ se reitera en sus argumentos y apunta de nuevo a la casa Élite.
«Cuando produces tanto contenido como WWE, la cantidad de contenido que tienen que crear para satisfacer el monstruo que han creado en televisión y la cantidad de ingresos que esos contratos televisivos crean para ellos, pienso en la cantidad de contenido que se ven forzados a hacer que resta énfasis a las historias. Estructurar las historias y adaptarlas a las cosas que ocurren en la lucha libre, como lesiones, problemas personales y problemas con contratos, te fuerzan a adaptar las historias y es algo que consume mucho mucho tiempo.
«Pienso que con AEW se trata más de algo cultural donde las decisiones que se toman se basan en la calidad de los combates y los combates soñados. Y las historias se han convertido en algo secundario. Así ha sido en la mayoría de casos. Y hablo de un tradicional comienzo, nudo y desenlace con un gran arco que lleve al espectador por un viaje y te haga estar involucrado emocionalmente. En mi opinión, ese elemento casi ha desaparecido en AEW y se trata más de la exhibición por el mero gusto de la exhibición».
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