Sus palabras sobre AEW acabaron por salirle por la culata, pero sin embargo, Roman Reigns dijo algo no demasiado alejado de recientes análisis de Dave Meltzer a mediados del presente mes.
«No, no creo que sean competencia, al menos no para mí, personalmente […] Soy uno de esos tipos que compite en todo. Así que no veo que haya una verdadera competición, porque creo que su base de fans es una base de fans acérrima, por eso tienen techo y una base predeterminada en cuanto a espectadores.
«WWE intenta conectar con todo el mundo. Intentamos conectar con las grandes masas. Intentamos atraer al espectador casual. Intentamos enganchar a nuevos espectadores, mientras también servimos a nuestros fans acérrimos y les damos historias atractivas para contentarlos».
► Las odiosas comparaciones de Eric Bischoff
Antecedente que pongo de relieve para a continuación recoger lo dicho por Eric Bischoff en GOW Media, cuando se le pidió que señalara qué diferencias ve entre el producto de WWE y el de AEW.
«WWE crea un producto global, AEW crea un producto doméstico. Debido a esto, el producto de WWE se siente un poco vacuo. Hay una uniformidad, una blandura ahí. La acción es genial, los personajes son coloridos, la producción es excelente, pero no tiene la misma agudeza que AEW, ya que AEW no intenta competir internacionalmente».
Buen ejemplo de lo que expone Bischoff es NXT, marca que parece perdida en cuanto a su «target», pues busca apelar a tantos seguidores que efectivamente acaba reducida a lo vacuo, sin una verdadera personalidad o profundidad. Como dije hace tiempo, creo que la lucha libre, por su propia naturaleza de disciplina de nicho, necesita mantener su espíritu independiente. O cuanto menos, ofrecer buenas historias y combates. He ahí el principal problema de WWE hoy día, por encima de su definición de «target».
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