En un día como hoy, hace 33 años, el 12 de septiembre de 1982, llegó a su fin la larga y brillante trayectoria del más grande ídolo de la lucha libre mexicana, Santo, el Enmascarado de Plata, quien aquella tarde dijo adiós para siempre a los cuadriláteros.
Después de las dos anteriores funciones de despedida que organizara don Francisco Flores y su empresa, Promociones Mora –una en el Palacio de los Deportes y otra en la Arena México—el escenario para el telón final fue el histórico y ya desaparecido Toreo de Cuatro Caminos del Estado de México.
Después de un prolongado homenaje, entrega de trofeos y reconocimientos al plateado por parte de aficionados, admiradores y autoridades tanto deportivas como civiles, El Profesor dirigió desde el micrófono unas palabras de despedida a toda la multitudinaria afición ahí reunida.
Santo estuvo aliado a su gran “Pareja Atómica” de más de tres décadas, Gori Guerrero; y unido también a los grandes ídolos enmascarados Huracán Ramírez y El Solitario. Esa cotizada escuadra se enfrentaría en relevos atómicos al gran Perro Aguayo y a quienes lo secundaron en sus tropelías de aquella tarde, Los Misioneros de la Muerte: Texano, Negro Navarro y El Signo.
En SÚPER LUCHAS #478 recordábamos lo acontecido en el combate:
http://imgur.com/Zgr2NrY
“De inmediato, el can y los Misioneros arremetieron contra los técnicos y los apalearon todo el tiempo. No fue sino hasta que el Perro, engolosinado en la felpa que le propinaba a Solitario, fue más allá y le arrancó la máscara, motivo por el cual los réferis decretaron la descalificación para el de Nochistlán y sus asociados.
“En la segunda, hubo una reacción de los técnicos, lo que convirtió prácticamente en un manicomio al coso de Cuatro Caminos, y más aún cuando Santo y Gori, remembrando sus épocas de Pareja Atómica, les dieron con todo a sus rivales.
«Por su parte, Solitario mordió al Perro hasta hacerle sangrar, lo que enervó sobremanera al zacatecano, quien teniendo tremenda reacción, se fue sobre el Santo y le golpeó salvajemente, inclusive abajo del encordado, llegando al grado de tener una escaramuza con el Hijo del Santo, que se encontraba en calidad de espectador.
“Ya desbocado e incontenible, Aguayo no paró y fauleó al Santo, causando con ello la derrota de él y de su equipo, pues esa segunda caída también terminó en descalificación para los rudos, que todavía buscaban camorra por todos lados y se trenzaron con el mismo Enrique Llanes y su hijo Javier.
«Mientras tanto, Santo era llevado en hombros al vestidor, al tiempo que se escucharon las nostálgicas notas de Las Golondrinas”.
En el respaldo, en una lucha en australianos México vs. Japón, Canek, Fishman y Baby Face derrotaron a los orientales Gran Hamada, Riki Choshu y Kuniaki Kobayashi.
En el evento especial, se presentó la lucha también en australianos que fue ganada por la tercia de Enrique Vera, George Takano y Kiss a la que integraron Aníbal, Kahoz y Scorpio.
En lucha femenil en la que estuvo en disputa el Campeonato Mundial de aquella rama, reconocido por la UWA, la soberana Irma González retuvo el cetro ante su norteña retadora Lola González.
La histórica función se inició con el triunfo en lucha de relevos por la fraternal pareja de enmascarados Brazo de Oro y Brazo de Plata sobre la de los fieros Lobo Rubio y Black Terry.