Gran regalo para los fans canadienses. Así pudo considerarse la implicación de Edge el pasado domingo en SummerSlam. Uno de los gladiadores del país de la hoja de arce más exitosos y populares de la historia ejecutando ocho años después una Lanza, para oprobio de Elias, quien la recibió como si estuviéramos en 2006. Porque ciertamente, «The Rated-R Superstar» lució como si siguiera activo. Y no sabemos si llevado por el entusiasmo, el 11 veces campeón mundial acaba de revelar que podría tener un combate «mañana mismo».
Bajo el último episodio del podcast que dirige junto a Christian, sus palabras parecieron ir en serio.
«Para ser totalmente sincero, creo que podría disputar un combate mañana mismo. Tal vez se me haya ido la pinza, pero no me pasaría nada. Pero por lo que sé acerca del equipo médico de WWE, no me dejarán. Eso es lo que hay.
«Un doctor me dijo que cree que mi cuello básicamente se pondrá más o menos bien dentro de cinco años. He pensado hacer terapia con células madre, y además he hecho bastante ejercicio cuando he actuado, incluyendo una Lanza a Robert Maillet en el set de la serie Haven.
«Sé que por las cosas que he experimentado en los últimos años y mi trabajo físico, podría disputar al menos un combate más. No digo que pueda volver a competir un año completo. Estoy seguro de que tú, Christian, también podrías».
Edge ya dejó claro que, al menos en lo que respecta a WWE, nunca le darán el alta, cuando los seguidores especularon con que podría seguir los pasos de Daniel Bryan.
«Mi lesión es completamente distinta. Él tuvo problemas con el cuello pero no fueron esos problemas los que le hicieron retirarse en un principio, fueron los problemas derivados de sus conmociones. Lo que yo tengo es una estenosis cervical. Echad un vistazo. Tengo un cuello ridículo, sólo tenéis que echar un vistazo. Podéis buscar la definición de ‘cuello ridículo’ y seguramente aparezca una imagen de mi cuello. Hacedme un favor, echadle un vistazo, os daréis cuenta de que WWE nunca me dará el alta para competir otra vez».
La edad de Edge, el principal hándicap
Si Edge tuviera 35 y no 45 años, podríamos estar ante un caso similar al de Bryan, a menor escala competitiva. No obstante, considerando la edad del «Hall of Famer», resulta bastante difícil que decidan darle luz verde, ni siquiera para un solo encuentro. Sting, otra leyenda, sufrió también una estenosis espinal cervical en 2015. Al igual que Paige en 2018. Y esta, con apenas 26 primaveras, tiene completamente prohibido subirse a un ring de WWE.
Cierto que se trata de una dolencia con opciones de cierta mejoría a largo plazo —Paige confesó que su médico le dijo que podría regresar a la competición en 15-20 años—, pero el riesgo de un agravamiento, lógicamente, se incrementa con el paso del tiempo. Arabia Saudita, sin duda, sería una tentación tanto para Edge como para WWE, pero la compañía cometería un error en caso de permitir una implicación del veterano.