Descanse en paz Carlos Máynez: Semblanza de uno de los más grandes promotores de México

Con el lamentable fallecimiento de don Carlos Máynez Flores se cierra una época en la lucha libre mexicana. Un promotor brillante, le tocó llenar un hueco prácticamente imposible de cubrir.

Carlos Maynez
Foto: Sara Cruz.

Con 71 años de vida y 56 como promotor, un infarto segó su vida cerca del decimoctavo aniversario luctuoso de su tío, don Francisco Flores. Éste último, quien comenzó a promover lucha libre en Pachuca en 1934, apoyó al adolescente Carlos Máynez enviándole elementos para que promoviera su primera función en un lote baldío de Texcoco en 1960, como se lo platicó a Sara Cruz en SÚPER LUCHAS #263 (12 de mayo de 2008):

“No era tanto lo que ganara, sino lo que representaba; era una aventura, no en el sentido de que lo hiciera sólo por hacerlo, sino porque era la primera vez que yo solo me encargaba de las cosas. Yo todavía era un escuincle y no contaba con los suficientes recursos económicos para ser promotor, entonces, de alguna forma, era una experiencia, pero tenía luchadores conocidos míos de Pachuca y todos decidieron apoyarme y cooperaron conmigo”.

Por años fue mano derecha de Francisco Flores, quien primero intentó tener a su lado a su hija, Esperanza Flores; luego a un hermano y luego a otro sobrino, pero ninguno se acopló. Máynez comenzó repartiendo volantes, encargándose de la taquilla en Pachuca y en Toluca, aprendiendo poco a poco del negocio.

José Valdés, Francisco Flores y Carlos Máynez.
José Valdés, Francisco Flores y Carlos Máynez.

“Él me enseñó todo. Fue así como comprendí cómo funciona una arena. Debido a mis estudios, me separé un poco, porque ya estaba yo terminando la carrera y conseguí un buen trabajo, pues estudié para contador público.

«Cuando se abrió el Palacio de los Deportes, regresé para ayudar. En ese entonces ya estaba el grupo independiente, con René Guajardo, Ray Mendoza y otros tantos, entonces mi tío decidió separarse de la Empresa Mexicana de Lucha Libre, y organizó la función del Palacio de los Deportes como promotor independiente, obviamente con luchadores independientes”.

Con siete funciones en el Palacio de los Deportes, comenzó a construirse el imperio que fue la empresa Promociones Mora, nombre elegido para honrar al promotor Benjamín Mora Sr., quien fuera gran amigo de Flores. Sin embargo, la renta del Palacio de los Deportes era tan grande que no resultaba costeable realizar una temporada allí, pero pronto surgió una sociedad con la gente de Inmobiliaria El Toreo:

“En ese lapso aparece la oportunidad de hacer un contrato con la gente de El Toreo de Cuatro Caminos. A la reunión fue mi tío y el dueño de la plaza. Como se conocían, se pusieron a platicar de historia, política y otras tantas cosas…

«El señor, el dueño del Toreo, dijo: ‘Señor, ya me tengo que ir’, y su hijo, extrañado, le dice: ‘Oye, papá, ¿y el negocio que se iba a tratar?’. Entonces, el señor respondió: ‘¡Ah, no! ¡El señor tiene el permiso para hacer las funciones que quiera!’. El contrato nunca se firmó”.

Promociones Mora fue una compañía cuya visión distaba mucho de lo que antes y después han sido las promotoras de lucha libre en México. Aunque era un gran negocio, su base era el amor al deporte, buscando siempre traer lo mejor del mundo luchístico a nuestro país.

Carlos Maynez
Carlos Máynez, Tiger Jeet Singh y Francisco Flores.

Con ello, Promociones Mora creó lazos con la WWF y con New Japan. A principios de los ochentas, la WWF otorgó a esta empresa mexicana el Campeonato Mundial de Peso Semicompleto, e incluso organizó su convención anual en Acapulco, y en ella, nombró a Francisco Flores como Secretario Ejecutivo de WWF.

Carlos Maynez
Patt Patterson (Campeón Intercontinental WWF), Martha Valero, Bob Backlund (Campeón Mundial de Peso Completo WWF) y Carlos Máynez.

Promociones Mora creó un organismo para regular sus campeonatos, la Universal Wrestling Association, y de ella fueron presidentes tanto Hisashi Shinma, de New Japan, como Vince McMahon Jr., el actual zar de la lucha mundial.

Carlos Maynez
Carlos Maynez en la primera fila de El Toreo.

New Japan mandó un buen número de sus elementos, y constantemente grabó funciones de El Toreo para sus programas de televisión. En El Toreo vimos a Hulk Hogan en un par de funciones, y en aquella en la que Canek le sacó un empate en lucha por el Campeonato Mundial de Peso Completo WWF, aún con la enorme entrada hubo pérdidas, las cuales Flores y Máynez cubrieron con gusto, pues el éxito deportivo no tenía paralelos.

Canek vs. Hulk Hogan.
Canek vs. Hulk Hogan.

Pero Carlos Máynez no vivía a la sombra de Francisco Flores, pues hizo crecer el negocio al edificar la Arena Netzahualcóyotl y la Arena Querétaro, haciendo crecer un circuito que incluía a Pachuca, Toluca y Puebla.

Carlos Maynez
Carlos Máynez en 1981.

Francisco Flores falleció el 11 de mayo de 1987, y quizá Máynez, con el control total de la empresa, podría haberla mantenido con el mismo nivel, pero la dirigencia estaba compartida con su prima Esperanza Flores, Karloff Lagarde e incluso Canek.

Promociones Mora se transformó en Lucha Libre Internacional, y comenzó una lenta debacle. Si bien tuvo varios éxitos, hubo otros descalabros. Por meses fue promovida la rivalidad entre Villanos y Brazos, pero antes del duelo de máscaras, los seis luchadores decidieron hacer la función por su cuenta en el Palacio de los Deportes. Máynez hizo lo posible para impedírselos, así que hicieron al vapor el encuentro en la Plaza Monumental de Monterrey, con resultados catastróficos en taquilla.

Ya sin los lazos que alguna vez hubo con WWF y New Japan, Máynez siguió colaborando con Shinma, quien había formado su propia empresa, la Universal Pro Wrestling, donde constantemente viajaban los gladiadores de El Toreo. Otro gran contacto fue el puertorriqueño Víctor Quiñónes, quien surtía de manera regular la demanda de luchadores extranjeros. Así, llegaron talentosos gladiadores como Miguel Pérez Jr., Ricky Santana y dos gigantes: Giant Warrior y Goliath (Kurrgan). Y hablando de gigantes, Máynez fue capaz de traer por última vez a André el Gigante, quien en el último año de su carrera decidió terminar el contrato que desde 1974 tenía con WWF. En malas condiciones físicas, pero con su gran corazón intacto, André logró muchas de las mejores entradas de esos últimos días de Lucha Libre Internacional.

Carlos Maynez
Carlos Máynez y André el Gigante en 1992.
Carlos Maynez
Carlos Máynez y André el Gigante en 1992.

El boom televisivo había hecho de los luchadores de la EMLL –que para los fans de hueso colorado eran de menor categoría que los de El Toreo—verdaderas celebridades. Máynez aceptó que las funciones de LLI fueran transmitidas por Imevisión, en su canal 13. Aunque la producción fue buena, no hizo mucho por ayudar a las bajas entradas.

Aunque Máynez no tenía que preocuparse por la renta del inmueble (pues desde los setentas el convenio con la Inmobiliaria El Toreo marcaba una sociedad), llegó el momento en que había que decir adiós, así que después de que Cibernético, el último intento por crear a un estrella, migrara a AAA, lo que quedaba de Lucha Libre Internacional se trasladó a la Arena Neza. Allí se mantuvieron unos pocos: Canek, Príncipe Maya y Aeroflash, entre ellos. Los demás se habían ido a la EMLL y a AAA. Máynez reclutó a nuevas figuras como Seminarista (Skayde) y un talentoso joven de Tulancingo que sería figura internacional: Súper Crazy.

Carlos Maynez
Carlos Elizondo, Francisco Alonso Lutteroth y Carlos Máynez.

Un secuestro mermó la salud de Máynez, quien decidió vender la Arena Neza y quedarse sólo con la Arena Querétaro, desde donde fue testigo de los cambios que modificaron la manera de hacer lucha libre en México:

“La lucha libre ha cambiado. Ahora ya todo mundo hace una función. Ya se maneja como presentar un baile o presentar un artista. Hay quienes se acercan y piden un programa; nada más dicen a quiénes quieren y ya, pero a la lucha primero hay que aprender a quererla y sentirla, luego se aprende a observar la reacción del público: qué es lo que le gusta y qué es lo que le molesta. Se requiere de cierto feeling.

«Habemos ya pocos promotores de lucha libre, porque se está cayendo mucho en lo que es la presentación de luchadores como artistas. De los promotores que todavía quedan, algunos ya son hijos de los hijos, entonces, si no han vivido la lucha de tan de cerca, se pierde la esencia en los carteles. Había un gran promotor que se llamaba Ramón Cué, y desde mi punto de vista, era uno de los mejores de México”.

En la primera década del siglo, Carlos Máynez vendió los derechos de UWA al Último Dragón, y estuvo presente en la DragonManía de 2008, encargándose de coronar a unos nuevos Campeones Mundiales de Parejas UWA, que fueron Power Warrior Kensuke Sasaki y Road Warrior Animal.

Carlos Máynez
DragonMania / Foto: Rostro Oculto.

En los últimos años se dedicó solamente a su Arena Querétaro, y vivió apegado a la lucha libre hasta el día de ayer, cuando se encontraba promoviendo un evento en Jalpan, Querétaro.

Con ello termina una época, se extingue uno de los últimos promotores reales de lucha libre en México.

“Ser promotor resulta una tarea poco fácil si no conoces y no estás al pendiente de lo que exige la gente. Tienes, además, que aprender a mantener la imagen de tu arena, de lo que vendes adentro, de muchas cosas, pero sobre todo de coordinarte con la gente que tienes a tu lado, de saber escuchar los consejos.

«Trabajar en familia en este negocio no siempre es requisito, porque mi tío lo intentó con sus hermanos y no pegó. Es sólo cuestión de encontrar quién tenga los mismos intereses que tú; ese es, si no el secreto, uno de los puntos importantes para que el negocio pueda funcionar”.

Descanse en paz don Carlos Máynez.

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