Hagamos una línea de tiempo. Con el regreso de CM Punk a la WWE en Survivor series de 2023, se abrió la caja de pandora.
Por un lado, Seth Rollins protagonizó una nada disimulada molestia ante las cámaras de los aficionados y por el otro, Drew McIntyre salió del cuadrilátero antes de la llegada del «Chicago Made«.
Lo anterior fue la antesala de la rivalidad que protagonizan a tres bandas los mencionados luchadores.
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Desde ahí empezó una serie de duelos verbales que, según los reportes que llegan, han sido en su mayoría improvisados.
Llega así la válida pregunta: ¿de verdad Punk y Rollins se detestan? Llegó el momento de responder eso.
► CM Punk y Seth Rollins: la delgada línea entre lo personal y la ficción
Wade Keller, editor en PWTorch, publicó un reporte que responde a la pregunta líneas atrás planteada.
Empezó por agregar más de la reacción detrás de cámaras de Punk mencionando a Vince McMahon.
Reiteró que Punk no tuvo problemas por la mención al ex mandamás. Puesto que no fue reiterativo con el tema y avanzó, la creencia en la WWE es que fue un comentario astuto que realzó el tono que buscaban. Eso sí, los ejecutivos de TKO tal vez tengan una opinión distinta.
Además, también agregó que eso pasa porque la línea creativa de los segmentos charlados entre Punk, McIntyre y Rollins permite lo anterior. Puesto que esos diálogos están diseñados para cruzar la delgada línea entre la ficción y la vida personal de los luchadores, por eso en sus discursos los luchadores cavan en el pasado de los otros para sacarle los trapitos al sol.
Eso sí, lo suficientemente real pero no lo suficiente como para ser poco profesional o volverse demasiado personal. Hay un límite.
Para lograr ese tipo de intercambios verbales nada agradables, se debe dejar a un lado la animosidad por el otro y permitir ser matoneado y matonear más fuerte. Así funcionan esos diálogos para la televisión.
Keller sentencia que Paul Levesque—mejor conocido como Triple H—fomenta estos libretos, donde intercala frases pactadas con improvisaciones de los luchadores. Lo anterior lo respalda siempre y cuando esté dentro de lo razonable. Eso es una señal de confianza en el trabajo del trío de intérpretes, puesto que no es común darle luz verde y esa libertad por parte de la dirección creativa de la compañía.
Finalmente el informe cierra con lo siguiente:
«Según todas nuestras fuentes, aunque Seth tenía quejas legítimas de Punk, los dos se llevan bien entre bastidores al planificar sus segmentos. Punk sigue recibiendo críticas positivas de muchos lados con respecto a cómo se comporta con colegas y administrativos de la compañía».