Cuando Chris Weidman tenía solo cinco peleas en su carrera en UFC, hizo una declaración que fue ampliamente criticada como una locura.
Weidman dijo que él fue la persona hecha para vencer a Anderson Silva, quien, en ese momento, era el campeón más dominante en UFC. Después de recitar 10 defensas consecutivas del título y noquear a tres pesos semicompleto durante esa misma racha, Silva se había posicionado como posiblemente el mejor peleador en la historia de este deporte.
A pesar de todos esos elogios, Weidman estaba muy seguro de que tenía las habilidades para destronar a Silva. Cuando finalmente tuvo su oportunidad, le tomó poco más de seis minutos demostrarlo al noquear a Silva en UFC 162 en 2013.
Ahora, ocho años después, Weidman una vez más intenta escalar su camino de regreso a la contienda por el título y después de obtener una agotadora victoria sobre Omari Akhmedov el año pasado, se enfrentará a Uriah Hall en UFC 261 este fin de semana. Weidman no tiene mala sangre con Hall en absoluto, pero está buscando demostrar un punto con su pelea, y es el mismo que estaba tratando de lograr hace todos esos años cuando Silva era visto como una fuerza imparable y un campeón invencible.
«Creo que esta es una gran pelea. Es una buena oportunidad para mí para mostrar mis habilidades contra un pegador atlético. Da la casualidad de que el campeón en nuestra categoría de peso es un delantero atlético, Israel [Adesanya], así que solo quiero mostrar un pequeño plano de lo que sucedería si peleo contra Israel.
“Hay más en esta pelea que yo y Uriah Hall. Realmente quiero hacer una declaración en esta pelea. Me veo saliendo y dominando por completo Uriah Hall. Haciendo una gran declaración. Hacerle saber a la gente que todavía estoy aquí, solo algunas personas pueden haber olvidado que soy un problema «.
Curiosamente, una de las primeras veces en su carrera que Weidman tuvo que demostrar que la gente estaba equivocada fue cuando se enfrentó a Hall en 2010. En ese momento, los pesos medianos eran prospectos en ascenso en la costa este.
En ese momento, Weidman era considerado un luchador dominante después de convertirse en un All-American de la División I de la NCAA en Hofstra. Hall, mientras tanto, había hecho olas con cuatro nocauts consecutivos para comenzar su carrera. A pesar del evidente choque de estilos, Weidman necesitó menos de cuatro minutos en el primer round para que el mundo supiera que era más que un simple luchador.
Parte de la razón se debe a la confianza de Weidman de que ya ha descubierto el camino hacia la victoria contra Israel Adesanya. Es un camino que recorrió el campeón de peso semipesado de UFC, Jan Blachowicz, durante su victoria por decisión unánime en cinco asaltos sobre Adesanya recientemente, ya que usó el tamaño, la fuerza y el agarre para derribar al dinámico delantero.
Adesanya es un Silva más joven
De ninguna manera Weidman está diciendo que le resultará fácil superar a “The Last Stylebender”, pero no puede evitar sentir que ha visto un enfrentamiento estilístico como este antes.
«Sigo pensando que Israel Adesanya , es un gran peleador, un gran stand-up, un gran control de distancia, sus fintas son geniales, es un gran jugador de ajedrez de pie sin duda. Realmente quiero hacer una declaración en esta pelea de que un tipo como Israel Adesanya, estoy hecho para vencer a tipos así. Realmente soy«.
“Es otro Anderson Silva en mi opinión. Es un Anderson Silva más joven. Israel es muy bueno con sus golpes, es muy rápido, pero su debilidad es que no es tan fuerte. Lo agarraré y él sentirá que Blachowicz lo agarra. Si agregas mi jiu-jitsu con mi lucha, es divertido».