La de Chávez y Jacobs es una pelea que sucederá el 20 de diciembre.
A nadie le sorprende que el Junior diga que ahora sí es la buena, que aún se siente con nivel para darle pelea a cualquier boxeador de élite, incluso para competir por un nuevo título mundial.
Comenta Chávez que en su peso es imparable, aunque después de perder el cinturón de peso medio del CMB ante Sergio Martínez en 2012, no ha quedado claro cuál es su peso. Ha peleado en 172 libras (Brandon Vera), 175 libras contra Andrzej Fonfara,y así sucesivamente, con altibajos en el peso, pero en ninguno ha repuntado como lo hizo cuando era campeón.
En fin que, una vez más, se le presenta una oportunidad de salvar su carrera y dignificar su nombre. Ahora ante Daniel Jacobs.
Jacobs no había tenido problema en aceptar pelear en 168 porque es un hombre alto, ya que normalmente pelea en 160 libras e incluso fue campeón en esa división.
Todo iba bien.
Hasta se había especulado que el Junior se estaba matando haciendo el peso por una fotografía que apareció en redes.
Nada más alejado de la realidad.
Sucede que según reportes de ESPN, esta semana se llegó al acuerdo de que ambos peleadores tuvieran como límite 173 libras, 5 por encima del límite supermedio.
La parte de Jacobs aceptó porque no es una pelea de campeonato. Evidentemente habrá una bonificación económica para el estadounidense por la falla de Chávez.
Chávez y Jacobs ahora se medirán en un peso mayor al pactado con anterioridad, así que Julio no tendrá la presión de forzar un corte de peso alrededor de la hora en que sería el pesaje oficial.
¿El peso será ventaja ora Julio?
Sólo se sabrá hasta el momento de la pelea.
Por lo pronto, Julio falló su primera prueba, que era dar el peso, aunque se haya corregido cambiando las condiciones del combate.