Ya veníamos diciendo que la nómina de integrantes del Salón de la Fama de WWE del 2023 lucía interesante. Y es que si primero anunciaron a Rey Mysterio y después a The Great Muta, ahora hay inclusión póstuma, porque hablamos de Andy Kaufman.
Variety dio la primicia y WWE confirmó entonces oficialmente la entrada de Kaufman en su Olimpo particular.
BREAKING: @ndykaufman will be inducted into the #WWEHOF Class of 2023, as first reported by @Variety! pic.twitter.com/8emfaH5dhm
— WWE (@WWE) March 20, 2023
► Antes de WrestleMania, estaba Andy Kaufman
Reavivado por el biopic Man On The Moon (1999), donde Jim Carrey lo encarnó, Andy Kaufman supone figura esencial para entender la lucha libre estadounidense, sin que un servidor caiga en la hipérbole.
Kaufman, bajo su faceta más reconocible, la de actor y comediante, fue asimismo una de las piezas clave del asentamiento de ‘Saturday Night Live’ como programa fundacional de la comedia yanqui contemporánea durante su primera temporada. Con tal popularidad adquirida, y en un intento de jugar con el «kayfabe», concepto que siempre le apasionó e incorporó a su personaje, Kaufman quiso hacer carrera luchística.
Vincent James McMahon no le siguió el juego, dudoso de que un cómico hiciera bien a la imagen de su WWF. Pero por medio de Bill Apter, Kaufman halló en Jerry Lawler un partenaire idóneo. Ambos idearon una rivalidad con Kaufman de villano que retaba a mujeres a intentar ponerlo de espaldas planas sobre el ring y Lawler de técnico que le pararía los pies.
Hoy a menudo se sigue dudando sobre si ciertos sucesos luchísticos son legítimos o forman parte de una historia. Imaginen pues allá por julio de 1982, cuando en mitad de una edición de ‘Late Night with David Letterman’, Lawler le endosó tremendo sopapo a un Kaufman ataviado con collarín; dolencia provocada, según el comediante, por un Piledriver del propio «King» días atrás.
Podría haberse visto cual performance, pero el cuidado que durante esa época ponían Kaufman y Lawler en dar a entender que su pique iba más allá del ring, propició que la mayoría de espectadores creyera en la legitimidad del asunto. Kaufman siempre hacía especial hincapié durante sus implicaciones en que la lucha libre era un deporte real, sin trampa ni cartón. Al día siguiente de aquel «mortífero» Piledriver, varios periódicos reportaron que Kaufman se había roto el cuello vía dicho movimiento (entonces vetado dentro del territorio de Memphis). Objetivo cumplido.
Tal era el compromiso, que tuvo vigencia post morten. Kaufman falleció el 16 de mayo de 1984, con 35 años, como consecuencia de un cáncer de pulmón. Pocos días después, preguntado sobre Kaufman, Lawler dijo: «No me caía bien Andy Kaufman y yo no le caía bien a él. No soy el adecuado para hablar del tema».
La rivalidad Kaufman-Lawler tuvo lugar casi tres años antes de celebrarse la primera WrestleMania; en 1982, WWF era todavía una suerte de promotora de territorio. Puede decirse que Kaufman fue, junto a Lawler, la primera figura que impulsó la mediaticidad de la lucha estadounidense hacia la era televisiva, definiendo incluso el estilo del que se apropiaría Vince McMahon años después, con una acentuación de personajes e historias por encima de la calidad de los combates. Andy Kaufman, el padrino del entretenimiento deportivo.