Amanda Ribas quiere hacer historia en UFC 300

Amanda Ribas planea hacer del peso paja su hogar constante después de regresar a la división con un emocionante final sobre Luana Pinheiro en UFC Fight Night 232, y espera una gran pelea a continuación.

Ribas (12-4 MMA, 7-3 UFC) ha rebotado entre las 115 libras y la división del peso mosca femenino en los últimos años. Sin embargo, después de obtener resultados dispares en la categoría de peso superior, optó por volver a bajar para el combate del sábado contra Pinheiro (11-2 MMA, 3-1 UFC), que ganó por nocaut en el tercer asalto tras una patada giratoria hacia atrás en la cara de su rival.

Con un récord de 5-1 en el octágono en el peso paja, Ribas espera que éste sea el momento de hacer una carrera, y le gustaría demostrarlo en la histórica tarjeta UFC 300, que se espera que tenga lugar en abril.

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«Quiero pelear en UFC 300, porque sé que va a ser de fuego«, dijo Ribas a MMA Junkie y otros periodistas en la conferencia de prensa posterior a UFC Fight Night 232. «Quiero pelear allí y espero que en 115, porque me siento bien. Y espero que después de esta victoria pueda estar en el ranking porque he vencido a muchas chicas que también están bien en el ranking. Quizá pueda pelear con una chica entre las cinco o seis primeras».

Amanda Ribas

Ribas, de 30 años, no tuvo un gran comienzo contra Pinheiro, que fue compañera de casa durante su adolescencia en Brasil. Perdió el primer asalto, pero luego remontó para ganar el segundo y terminar el combate en el tercero.

Según Ribas, los primeros problemas se debieron a que luchó con demasiada emoción y a que no siguió el plan de juego, pero una vez que se recompuso mentalmente, el impulso cambió.

«Mi padre (que es mi entrenador) me decía, porque hemos estado entrenando mucho esta estrategia, que creo que el primer asalto sólo intentaba poner mi agresividad«, dijo Ribas. «En el segundo asalto puse mi inteligencia y fue pelear en el lado izquierdo, poner mi distancia y anteponer mi juego frente a ella. En el primer asalto no lo hice, en el segundo puse por delante mi estrategia y mi juego».

El final llegó cuando Ribas calculó la salida de Pinheiro de la tronera y se giró hacia la patada giratoria, que aterrizó limpiamente. Acosó a su rival, que se tambaleó, y consiguió la parada. Después, atribuyó toda la secuencia a los consejos de su padre en la esquina.

«Ha sido muy bonito, porque he entrenado mucho y no podemos ganar un combate sin nuestro equipo, sin nuestros entrenadores, porque pueden ver el combate desde otro ángulo», declaró Ribas. «Les escuché y eso me impulsó a hacerlo. ¿Sabes cuando juegas a un videojuego? Yo lo hacía. Mi padre me decía: ‘X, R1’, y lo hice«.

UFC Fight Night / UFC.com
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