Don Callis, después de aparecer en Full Gear para comentar el combate de Kenny Omega contra «Hangman» Page de la final del torneo «World Title Eliminator, hizo estas curiosas declaraciones a Fight Game Media.
«Diré esto: si AEW no hubiese entrado en escena… Kenny Omega habría venido a Impact Wrestling. No digo que hubiera aceptado, pero es algo que Scott D’Amore y yo habríamos hecho».
Y todo cobró sentido este miércoles, cuando Callis intervino en la lucha entre Omega y Jon Moxley, permitiendo que «The Best Bout Machine» consiguiera el Campeonato Mundial AEW. Para inmediatamente, llevárselo a Impact Wrestling. O al menos, eso venden ambas empresas.
Tuesdays are the new Wednesdays! https://t.co/hGkDmkDOMS
— IMPACT (@IMPACTWRESTLING) December 3, 2020
► AEW sí trabaja bien con otras empresas
Imposible no recuperar aquellas declaraciones de Chris Jericho en las que apuntaba la total negativa de Vince McMahon a practicar alianzas, en una praxis gracias a la cual este se hizo con el monopolio de la lucha libre mundial.
Un juicio no del todo correcto, si echamos un vistazo a la sociedad WWE–wXw o WWE-PROGRESS, plasmada sobre WWE Network o el uso de la escuela de la primera que WALTER regenta en Gelsenkirchen. Pero que no deja de ser una relación entre gigante y pequeña promoción, siempre a mayor beneficio del poderoso. Comprueben si no, desde la llegada de «The Ring General» a McMahonlandia, cuántas Superestrellas de peso han aparecido en wXw.
Política de «asuntos exteriores» que ahora luce un tanto obsoleta, a juzgar por la cantidad de promociones que ofrecen su producto a seguidores y analistas, quienes tenemos que hacer malabares para poder estar al tanto de toda la oferta semanal. Poco beneficiaría a WWE que AJ Styles compitiera sobre un ring de wXw, pero, ¿qué argumento tan de peso existe para que no podamos disfrutar de un Io Shirai vs. Hikaru Shida?
Triple H, apenas un día después de conocerse el acuerdo AEW-Impact , dejó claro que Mr. McMahon sólo aceptaría una alianza si a largo plazo, resulta beneficiosa para WWE. En otras palabras, si existe una posibilidad de absorber a esa promoción.
Pero insisto en que tal mentalidad resulta añeja, poco coherente con la situación actual del saturado y voluble panorama luchístico, donde, por ejemplo, AEW Dynamite obtiene mejores ratings en Reino Unido que Raw y SmackDown.
Motivo de que las «Wednesday Night Wars» sean una batalla contra los elementos, de las que cada semana WWE y AEW saldrían mucho más beneficiadas si colaborasen para elevar sus, seamos realistas, discretas cifras de audiencia, que a largo plazo deberán crecer.
Lucía lógica pues esta unión entre Impact Wrestling y AEW, quienes recordemos, compiten, aunque no de manera directa, cada martes; el primero mediante su «Show A» y el segundo a través de su «Show B». Únicamente bajo los parámetros de Mr. McMahon puede considerarse negativa, como expuso Dave Meltzer. Tándem convertido en trío, pues recordemos que AEW y NWA también guardan concordia, gracias a la cual disfrutamos de Thunder Rosa a nivel «mainstream».
NJPW y ROH ya demostraron unidas ser un incordio para WWE cuando lograron, por primera vez en décadas, romper la exclusividad que el Imperio McMahon mantenía con el Madison Square Garden, celebrando el evento G1 Supercard.
Ahora, AEW puede demostrar a WWE una manera diferente de hacer las cosas (ya vislumbrado en su asociación con AAA). No obstante, estamos ante una misma coyuntura: dos empresas de distinta envergadura, pero que podrían beneficiarse mutuamente. No gracias a las estrellas mediáticas que conforman el elenco de Impact, obviando que su división femenil seguro interesa a Tony Khan para impulsar la suya, sino parece, en pos de potenciales combates que seguro harían las delicias de los seguidores del «pro-wrestling», esa palabra tan en boca de Cody Rhodes.
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¿Será suficiente para que este vínculo dé frutos? Nadie contempla un derrocamiento de WWE, de ahí que el análisis de este asunto deba ceñirse al provecho de Impact y AEW, y evitar buscar horizontes difusos (y poco realistas).
Pero de cualquier forma, mayor número de miradas puestas sobre estas dos compañías ya supone un agravio para McMahonlandia. Tony Khan y Cody Rhodes no esconden su pretensión de llevar a Dynamite a las «grandes ligas» en las que juegan Raw y SmackDown de aquí a 2025, y este podría ser un primer paso.
En su día, WWE no quiso trabajar junto a WCW, y esta acabó convirtiéndose en la gran alternativa al gigante estadounidense, derrotándolo incluso televisivamente durante 83 semanas consecutivas . Ahora, quién sabe, la historia puede volver a repetirse.