Un paso al bando de los chicos buenos a veces resulta muy positivo. Dentro del panorama actual de WWE, Elias lo está demostrando. Cambio de actitud llevado en volandas por las reacciones del público. O caso de Kevin Owens justo antes de lesionarse, que veremos si se mantiene una vez regrese a la acción. Pero lo cierto es que a lo largo de la historia, por evidente impacto en el personaje, el abrazo a la oscuridad siempre ha supuesto el mayor atractivo, y uno de los grandes recursos a la hora de ofrecer un revulsivo. Así, 2018 ha resultado el año de los rudos en el producto McMahon.
Primeramente, vayamos con el talento que más se ha visto beneficiado. Becky Lynch necesitaba hacerse notar. Con un personaje anodino, de estética steampunk, y sin esos cañones de humo de su entrada, la luz de la irlandesa iba apagándose poco a poco. Al contrario que otros cambios un tanto forzados, el que nos ocupa lució lógico.
Lynch perdió la oportunidad de reconquistar el Campeonato Femenil SmackDown durante SummerSlam, por obra y gracia de su mejor amiga, Charlotte. Y cuando apalizó a esta, el público se puso de su lado, en vez de empatizar con «The Queen», quien por desgracia la verdad es que siempre tendrá el estigma de ser la hija de Ric Flair, pese a ofrecer excelentes actuaciones sobre el ring.
Pero la consolidación de Lynch llegó mediante su previsto choque con Ronda Rousey de cara a Survivor Series. Camino al PPV, el sonado derechazo que recibió de Nia Jax logró que la afición definitivamente hiciera de ella un ídolo. Si ya notaron la diferencia respecto a Charlotte, también se evidenció la distancia entre Rousey y Lynch. «Rowdy» recibió la tunda de su vida en dicho evento, y el respetable le dio la espalda. Imaginen los vítores si Lynch hubiese sido la responsable de esa lluvia de palazos de kendo. Porque, de algún modo, Charlotte canalizó la actitud de «The Man». Simplemente el servir de sustituta le valió para meterse al público en el bolsillo.
Y una noticia reciente demostró algo más. Que la predilección por Lynch no se queda en palabras. Se traduce en hechos. Hechos como que se agotaran los boletos para su VIP Axxess de Royal Rumble en apenas 90 segundos.
Los boletos para el Royal Rumble VIP Axxess de Becky Lynch se agotan en 90 segundos
Ayer un servidor ya comentó que nos encontramos ante una coyuntura calcada a la de 2011: John Cena (Rousey) como cara oficial de WWE y CM Punk (Lynch) como verdadero campeón del pueblo. Una pugna que, no obstante, se saldó con la marcha del «Straight Edge». Espero que la irlandesa no tome el mismo camino. Y que obtenga lo que merece.
Más allá de Lynch, hay que destacar el fin del «Yes! Movement». Véase, el ocaso del mayor técnico que la compañía ha forjado en los últimos años. Un movimiento quizás menos brillante que el anteriormente mencionado. Tras el retiro (con suerte temporal) de Roman Reigns, parecía propicio contar con un técnico rentable que ayudase a vender boletos (recuerden WrestleMania 34).
Pero según los reportes, el propio Bryan llevaba tiempo demandando «un paseo por el lado salvaje». Cierto que de momento no le está yendo nada mal. Dicho cambio le hizo reconquistar el Campeonato WWE, a costa del aparato reproductor de AJ Styles.
Bajando, a priori, un poco el pistón, aparece Dean Ambrose. Cierto que ha supuesto lo mejor para el gladiador, pero la forma en que están manejando su mimetización de Bane deja bastante que desear. Obviando las referencias a la leucemia de Roman Reigns, puede afirmar haber sido parte del episodio de Monday Night Raw con peor rating de la historia.
Otro cantar son Tommaso Ciampa y Johnny Gargano. NXT TakeOver: Philadelphia vio el regreso del primero para atacar a su antiguo compañero de dupla. Suceso que marcó de este modo el inicio de un soberbio 2018 dentro de la tercera marca. Grandes combates, grandes historias.
Resumiendo, un manual de creatividad para cualquier promoción que se precie, que de manera coherente, derivó en un Gargano también rudo. Especial foco en «Johnny Wrestling», pues brillantemente, destila una actitud fuera de lo común: la no aceptación de su nueva faceta, y ese #JohnnyGarganoDidNothingWrong.
Los ruuuuuudooooos
Es muy fácil ser un buen rudo en WWE. Pero tiene mucho más merito ser un buen face, es bastante difícil ser uno.
Los ruuuuuudooooos
WWE para mí comete un grave error. Entiendo que un Heel deba ser dominante y que pensemos que puedan tener chances de triunfar al final de los storylines, pero se supone que el Face debe ser tambien fuerte para contrarrestarlos. WWE los hace lucir como tontos y débiles, en demasía. Creo que la unica excepción es Seth Rollins. Ni siquiera AJ Styles se salva. Es hora de devolver fuerza y presencia a los Faces.
Es muy fácil ser un buen rudo en WWE. Pero tiene mucho más merito ser un buen face, es bastante difícil ser uno.
WWE para mí comete un grave error. Entiendo que un Heel deba ser dominante y que pensemos que puedan tener chances de triunfar al final de los storylines, pero se supone que el Face debe ser tambien fuerte para contrarrestarlos. WWE los hace lucir como tontos y débiles, en demasía. Creo que la unica excepción es Seth Rollins. Ni siquiera AJ Styles se salva. Es hora de devolver fuerza y presencia a los Faces.