Dave Meltzer: «Nunca ha habido un estelar que generara tanto interés como Roman Reigns vs. Cody Rhodes en WrestleMania XL»

Desde hace más de una década, WrestleMania es el show de los «part timers». Y esto no ha cambiado en los últimos dos años, cuando comenzó a producirse la transición al frente de los designios creativos de WWE, con Triple H tomando el mando que Vince McMahon tuvo que dejar por sus problemas legales. 

De alguna manera, pasado y presente se concilian en cada entrega de WrestleMania, pero en la de este año, WWE ha querido mostrarse más simbólica que nunca, mediante la escenificación de un cambio de era. Y esto, precisamente se ha dado en un momento de «renacimiento» mediático para el producto. 

A la candencia de Cody Rhodes y The Bloodline, súmenle la popularidad de The Rock y los rumores semanas atrás de que varias leyendas se unirían a la fiesta, donde «The American Nightmare» por fin finalizaría su historia. Así vimos un duelo estelar en la segunda noche cuya envergadura dejó en pañales a aquel de 2022, vendido como el combate más grande en la historia de WrestleMania

© World Wrestling Entertainment

 

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El mito de que el pasado siempre fue más grande que cualquier presente podría traerse a colación, recordando otras luchas colosales de WrestleMania; caso de André el Gigante vs. Hulk Hogan (WM III), Hogan vs. Ultimate Warrior (WM VI), Hogan vs. The Rock (WM X-8) o Rock vs. John Cena (WM XXVIII)

Resultaría cuestionable si el Reigns vs. Rhodes del pasado domingo hizo más por vender WM que los mencionados duelos, pero Dave Meltzer parece tenerlo claro en el Wrestling Observer Newsletter

«En 150 años de esta industria alrededor del mundo, nunca ha habido un show, ni un estelar, que generaran un nivel de interés como la historia de dos años de Cody Rhodes persiguiendo a Roman Reigns por el título Universal, que llegó a su clímax en la segunda noche de WrestleMania, el 7 de abril. 

«La gente tal vez le atribuya a otros combates una mayor importancia histórica, y uno sólo puede analizar eso con perspectiva años después. WWE crea su propia historia y pueden crear un aura a largo plazo y otorgarle una relevancia al combate al nivel histórico que quieran. Decidieron alargarlo un año más en vez de amortizarlo el año pasado, recibiendo muchas críticas. La realidad es que el plan siempre fue que la historia tuviera un final satisfactorio, y sólo era cuestión de cuándo».  

 

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