A inicios de 2025, WWE hará un histórico salto a Netflix con toda su programación. Este cambio genera muchas preguntas sobre cómo podría evolucionar la programación de WWE dentro de una plataforma de streaming, libre de las restricciones impuestas por la televisión tradicional.
Algunos fans anticipan cambios drásticos, e incluso sueñan con un posible retorno al estilo de contenido visto en WWE a finales de los 90, durante la Attitude Era. Sin embargo, aunque es probable que veamos algunas modificaciones en la programación, como un mayor uso de sangre y quizás un lenguaje un poco más soez, esperar un regreso completo al contenido polémico y provocativo de la Attitude Era, con desnudez y tramas controversiales, es poco realista. Esto se debe tanto al panorama social actual como a la necesidad de WWE de mantener a sus patrocinadores satisfechos.
► Cambios estructurales
Un cambio que es casi seguro es la estructura de las luchas y los eventos en general. Al no estar sujeta a las pausas comerciales, WWE podría ofrecer combates más largos y fluidos. Un aspecto interesante será ver si RAW se reduce a dos horas o si se mantiene en tres, aunque aún no hay confirmación al respecto.
Además, la mudanza a Netflix podría permitir a WWE explorar nuevos formatos y tipos de contenido. Podrían surgir documentales, series detrás de cámaras, y otros tipos de programación que enriquecerían la experiencia del fanático. La flexibilidad de la plataforma de streaming también podría permitir una mayor interacción con los espectadores, mediante encuestas en tiempo real o contenido personalizado basado en las preferencias del usuario.
Habrá que esperar a 2025 para conocer cuáles serán los primeros cambios que implementará WWE en Netflix, y cómo estos influirán en la experiencia de los fans.