Pocos luchadores han levantado tantas expectativas sobre su accionar en WWE como el anteriormente conocido como Bryan Danielson y posteriormente Daniel Bryan. El que tal vez sea el luchador más técnico del mundo ha sufrido una evolución muy diferente a la de la mayoría de los luchadores, lo cual lo llevó a conseguir la cima del éxito en la lucha libre al consagrarse en Wrestlemania XXX ganando el Campeonato Unificado de Peso Completo WWE.
Por tal motivo, su historia hasta ese momento resulta emotiva e interesante. Pues Bryan no es el clásico luchador que haya tenido problemas legales o por drogas, al contrario, siempre ha llevado una vida saludable, siempre siendo modelo de disciplina y de pasión por la lucha libre. Por tal motivo, el que haya publicado sus vivencias resulta por demás interesante. Ya se pude conseguir vía Ebay el libro que reúne sus memorias, las cuales, coescritas con Craig Tello, se centran en como el joven que alguna quiso ingresar a la lucha libre, para después pertenecer a la empresa más importante del deporte espectáculo, y no sólo eso, escalando hasta conseguir llegar al evento que todos los luchadores sueñan: encabezar Wrestlemania.
El libro además ofrece una mezcla bien descrita de escenas vistas en el mundo de la lucha libre, además de múltiples anécdotas de las que todo buen luchador que ha viajado por todo el mundo es testigo. También hay algunas sorpresas, como la forma en que Bryan hizo trampa en la secundaria, y la forma en que en realidad tiene un gran respeto por The Miz. Explica los orígenes del por qué usa la llave del Sí, y algunas vivencias en el NXT original. Hay una atención al detalle. Y se da una idea del tipo que es Vince McMahon.
El libro puede ser tomado también como una referencia entre el cambio generacional de gladiadores del siglo pasado y los del nuevo siglo. Aunque el propio autor se la pasa agradeciendo a luchadores de la esa época como William Reagal y Shawn Michaels por el apoyo que le brindaron. Además de que incita a los jóvenes luchadores para que indaguen y busquen en el pasado de la lucha libre para que robustezcan su formación.
Quizá el libro también acentúe que Daniel Bryan no es uno de los gladiadores más prolíficos al micrófono, pero hay muchas razones por las cuales un tipo así enamora a las multitudes, ya que se descubre en él al luchador que prefiere morirse de hambre antes de ceder a personajes extraños o carentes de representación, aunque no por eso se deja de estar buscando el éxito económico, es eso lo que prende a la afición y los impulsa a levantar ambos brazos para exclamar fervientemente: Yes!, Yes!, Yes!
