Desde finales de 2020, Paige dice sentirse bien de su dolencia que hizo que tuviera que apearse de los rings en 2018, y ha lanzado numerosas insinuaciones sobre una nueva etapa competitiva. La cuestión es si la segunda parte del partido de su vida se daría dentro de WWE, porque la empresa no parece muy proclive a ello.
Especialmente después de que Paige dejara clara su postura acerca de ese mandato que prohibía a las Superestrellas del Imperio McMahon monetizar cualquier tipo de contenido a través de distintas plataformas como Twitch.
«Honestamente he llegado al punto en el que ya no puedo lidiar con esta compañía más… así que ahora tengo que tomar una decisión muy importante. Estoy jodidamente cansada, hombre. Me rompí el maldito cuello dos veces, ¡dos veces, por esta empresa! Funcionó para que estuviera arriba en el gusto de los fans. Me rompí mi maldito cuello dos veces por esta compañía […]»
► WWE cierra las puerta a la Paige original
Y ahora quien parece mover ficha es McMahonlandia, con la noticia de que la árbitra hasta entonces conocida como Christmas Chloe pasa a llamarse Paige a partir de ahora. Cambio ante el que Saraya-Jade Bevis reaccionó tirando de célebre meme.
https://twitter.com/RealPaigeWWE/status/1457054717540909058?s=20
Esto puede interpretarse cual mensaje a la ex Campeona NXT, pues descartaría la posibilidad de tener a otra Paige en el producto de WWE, considerando que Vince McMahon no contempla que la audiencia sea capaz de distinguir entre dos personas que portan el mismo alias artístico.
El contrato de Saraya-Jade Bevis, nombre por el que se intuye deberemos referirnos a esta gladiadora de aquí en adelante, concluye el próximo junio, y el movimiento que nos ocupa la insta a buscar aventura en otros lares si de verdad desea volver a competir. Veremos qué le depara 2022 a «The Anti-Diva», porque la postura de WWE queda bastante clara.