Se ha generalizado la concepción de que Bret Hart y Shawn Michaels fueron pioneros en tumbar el dominio de los pesos completos dentro de WWE, rompiendo con la concepción de que una estrella de la empresa debía lucir como un fisicoculturista, siendo su habilidad sobre el ring algo secundario. Y a grandes rasgos, es cierto, pero debe hacerse un importante matiz.
Si Hart y Michaels lograron desbancar a los Hogan, Warrior y Cía fue simplemente porqueaquel escándalo de los esteroides en el que se vio involucrado Vince McMahon instó a este a realizar una suerte de lavado de imagen de cara a la opinión pública, presentando a una nueva remesa de competidores menos anabolizados. En teoría, claro.
El definitivo cambio de rumbo llegó más tarde, de parte de CM Punk y Daniel Bryan, nombres que hoy suponen una referencia para casi todos los talentos independientes de la escena estadounidense (y allende los mares), y que demostraron poder triunfar en la «Gran W» sin llegar al 1’90 de altura ni los 100 kilos de peso.
Y ese legado de Punk y Bryan ha sido visible en los últimos años respecto a la política de contrataciones de la compañía, especialmente de cara a NXT, su territorio de desarrollo. Una necesidad de conectar con un estilo de lucha que hoy, pese a no cumplirse la profecía de Rey Mysterio en 2016 de que dominaría la industria, ya no es simplemente el «show stealer».
► «Where The Big Boys Play»
Recientemente, WWE realizó una prueba a varios competidores «indies» que dio de qué hablar, pues varios de los implicados aparecieron tiempo atrás en AEW, como Ariel Levy o John Skyler. Sin embargo, WWE habría tomado la decisión de volver a requerir a gladiadores de mayor tallaje, según reporta Dave Meltzer en el último boletín del Wrestling Observer.
«En lo que respecta a hacer audiciones a talentos, las directrices han cambiado, ahora quieren otra vez a tipos más jóvenes y más grandes».
¿Puede que otra medida en pos del objetivo de convertir a WWE en un producto verdaderamente global? Alrededor de 60 empleados salieron de la empresa esta semana, y queda bastante claro que la reestructuración está ahí, parece que también adscrita a la imagen de sus Superestrellas, quizás a modo de diferenciarse de la competencia y fortalecer la identidad de marca. Esperemos que no a costa de la política de bienestar.
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