Debido a lo arduo que resultan los viajes, entrenamientos y los combates mismos, los luchadores están expuestos a lesiones y a dolores constantes, por ello muchos se hacen adictos a los medicamentos que toman para aliviar los pesares y el cansancio causado por tan demandante actividad.
El Gerente General de NXT, William Regal, fue invitado reciente en el podcast X-Pac 1-2-360, de Sean Waltman, y habló con franqueza sobre sus luchas con el abuso de sustancias.
«No bebí hasta los 25 años. No me gustaba. Aunque desde que tenía 16 años iba a discotecas cada noche después del trabajo. Vivía en una zona turística, y a una milla de distancia de mi casa, había 52 clubes nocturnos y más de 300 bares, y allí estaba todas las noches.
«Pero nunca bebí, sólo me gustaba salir. Fue hasta que llegué a los Estados Unidos cuando comencé a beber. También comencé a tomar muchas píldoras para el dolor y todo lo demás. Hice frente a ello por un rato, y entonces los últimos meses de ’97 y ’98 eran un lío completo. Entonces le dije ‘suficiente‘.
«No fue cuestión de fe; no creo en ninguna de esas cosas. Creo que es sólo cuestión de encontrar lo que funcione para ti. Personalmente, para mí, era sólo dejar de poner excusas. Porque eso es todo lo que es al final del día. Cuando puedas dejar de poner excusas, lo lograrás.
«Odio decirlo, pero muchos no dan más que excusas para seguir por ese camino. Decir que tu madre era drogadicta o que tu padre era alcohólico es una tontería. Tienes que asumir la responsabilidad de tus acciones. No me importa cómo creciste, sólo tienes que saber detenerte.
«Hace mucho tiempo alguien me dijo una gran verdad: ‘Si vives en el pasado, mueres todos los días’. Eso es algo que sólo te hará sentir pena por ti mismo, te dará más excusas.
«Por suerte para mí, la gente me dio muchas segundas oportunidades. Cuando vine a la WWE la primera vez, me despidieron porque era un desastre, y deberían haberme dejado ir desde antes. No culpo a nadie, ellos hicieron lo correcto, porque me contrataron sin saber sobre los problemas que tenía.
«Fui a rehabilitación y, después de diez semanas, salí un día y me lesioné. Ese fue el último paso para mí. Esa fue la vez que me dije ‘Okey, eso fue todo, hay que parar esto, dejar de poner excusas’. Ese fue el final de eso, eso fue todo.
«En un par de semanas, recibí una llamada de Eric Bischoff. ‘He oído que te has enderezado’, me dijo. ‘¿Quieres un trabajo aquí?’ Así que tuve muchas oportunidades porque sabía trabajar bien.
«No puedo decir que eso va a funcionar para todos, porque yo tenía una vida hogareña estable. Siempre tenía gente a mi alrededor. No puedo imaginar cómo es cuando alguien no tiene a nadie».
Cena jamás tuvo adicciones, el Es perfecto
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