A Dana White le gustó lo que vio de Joaquín Buckley este sábado. Bueno, al menos casi todo. El CEO de UFC quedó cautivado por la actuación de Buckley (19-6 MMA, 9-4 UFC) en UFC en ESPN 56, donde derrotó a Nursulton Ruziboev en el evento co-estelar de la cartelera.
Buckley, quien había peleado y derrotado a Vicente Luque a fines de marzo, fue llamado para pelear en su ciudad natal de St. Louis apenas unas semanas después contra quien UFC pudiera ponerle frente.
A pesar de haber obtenido posiblemente la victoria más destacada de su carrera, Buckley aceptó enfrentarse al peligroso pero no clasificado Ruziboev (34-9-2 MMA, 2-1 UFC), poniendo en juego su racha de victorias.
“Él pidió esta pelea. Peleó contra un tipo que estaba aplastando a la gente en el primer asalto, y salió y se enfrentó a él. Fue una actuación increíble y en su ciudad natal. En mi experiencia, es gracioso porque algunos muchachos dicen: ‘Mi sueño es pelear en mi ciudad natal’, pero la mayoría de la gente no quiere pelear en su ciudad natal. Hay mucha presión y todo el mundo te pide entradas. Es una vibra diferente cuando peleas en tu ciudad natal.
“Buckley pidió esto, salió y lo cumplió. Ese tipo ahora será una estrella de rock aquí. Las personas que no sabían quién era ayer, definitivamente saben quién es ahora”.
Después de la victoria, Buckley fue entrevistado en la jaula donde pidió una pelea contra la superestrella de UFC Conor McGregor, algo que White no aceptó, ya que respondió con un simple «Nuh-uh» cuando se le preguntó al respecto en la prensa posterior a la pelea. conferencia.
Buckley lleva una racha de cuatro victorias consecutivas desde que volvió a bajar al peso welter. Está en una de las mejores rachas de su carrera y está ascendiendo rápidamente en la escalera de las 170 libras. También dijo que está interesado en pelear a continuación con el contendiente veterano de peso welter Gilbert Burns.