Vince’ometro: los ex-WWE que habrían firmado con AEW

Singular como él solo, Vince McMahon es una mente brillante. Su visión es sumamente particular y queda en evidencia con cada Superestrella cuando vemos los shows de WWE todas las semanas. El manejo y las oportunidades que recibe cada uno deriva del potencial que él ve en ellos, en un arte que atrapa la atención del lector cada vez que surge un reporte sobre el asunto.

Al ser el hombre a impresionar, sus perspectivas, aunque con el transcurso del tiempo más extremas e incomprensibles, son motivo de estudio. La suya es la voz definitiva y de ahí que su opinión sea tan buscada. Mientras que, a su vez, es un individuo difícil de satisfacer. Y en este nuevo número, les traemos la lupa McMahonesca sobre los ex-WWE que habrían firmado con AEW.

Adam Cole

Adam Cole

En la edición de Dynamite de ayer, Britt Baker prometió «importantes noticias sobre la llegada de un nuevo agente libre» a AEW, pero cuando se presentó el momento de la revelación, se limitó a anunciar que ese presunto agente libre era ella misma, y que había firmado un nuevo contrato con Tony Khan. Por supuesto, todos esperaban oír el nombre de su esposo Adam Cole, quien salió de WWE hace unos días, y en AEW eran conscientes.

Aquel despiste se suma a muchas otras señales que se fueron sucediendo principalmente entre sus ex-compañeros del Bullet Club en las redes sociales. Debido a su estilo, su amistad con los involucrados y la magnitud, All Elite Wrestling es la opción más lógica para él ahora que NXT y WWE en general han quedado en el espejo retrovisor.

Tendrán que disculparnos, pero aquí no podremos hacer un análisis demasiado profundo. Porque Cole sí tuvo su puñado de apariciones en WWE, empezando por un debut casi soñado en el Royal Rumble 2018 que lo vio recibir una cálida recepción y desempeñar un decente papel hasta su eliminación en manos de Rey Mysterio. Después de eso, fue uno de los protagonistas de la invasión de NXT a SmackDown, venciendo a Daniel Bryan limpiamente en el show azul y perdiendo vía DQ contra Seth Rollins en el rojo para retener su Campeonato de NXT en ambas oportunidades.

Survivor Series 2019 fue su última aparición, con victoria sobre Pete Dunne en la primera vez que el máximo oro de NXT fue puesto en juego en el elenco principal. Sin embargo, podemos decir que en todas sus apariciones se lo «cuidó» por el impulso que se le estaba dando a los de Triple H y no porque McMahon le viera grandes cualidades, porque si así hubiera sido, el mandamás no hubiera dudado en «ascenderlo» en algún momento de sus cuatro años en WWE.

Nada más volvimos a saber de él y el «main roster» hasta hace unas semanas, cuando después de que expirara su acuerdo con WWE, se reunió con Vince McMahon en persona, todo un hito si consideramos que el Chairman sólo suele negociar contratos con el talento top. McMahon le ofreció un aumento en su salario y un lugar en las marcas principales, pero el ex líder de la Undisputed Era no aceptó.

Vince’ometro:

Bray Wyatt

Bray Wyatt

Quién no se entusiasmó cuando las primeras viñetas de la Firefly Fun House aparecieron en Monday Night Raw. Las semanas pasaban y la afición encontró en ellas algo fresco y diferente para romper con la monotonía de todos los lunes. Rápidamente, The Fiend se convirtió en la charla del negocio, y las conversaciones que decían que «algún día, Wyatt se tornará en el sucesor del Undertaker», pasaron a ser un firme «The Fiend es el sucesor del Undertaker».

«La Nueva Cara del Terror» al fin pudo caer con ambos pies y hacer justicia a su sobrenombre. Vince McMahon sintió el impacto de este nuevo personaje enmascarado y encontró en él a uno perfecto para ser el nuevo monstruo de la WWE. Deshaciéndose de todo y todos los que se metían en su camino (y los que no también), ganó rápidamente el Campeonato Universal y mostró un poderío digno de Brock Lesnar, con la mente puesta en hacernos creer que era «inhumano».

Se convirtió en uno de los proyectos de McMahon y por un momento parecían todas rosas para él. Si aquí hubiera acabado la historia, hubiera tenido el puntaje perfecto. Sucedió que se topó con la primera piedra en su zapato, Goldberg, derrota que fue seguida de otras más que lo alejaron de la imagen de ente superior y lo redujeron a uno más del montón.

La implementación de comportamientos sobrenaturales o bien su lucha «poco realista» contra Cena en WrestleMania 36 afectaron todavía más a la percepción, como así también la falta de público que lo apoyase por más de un año. Todo esto hizo que sus últimos tiempos de vida no fueran ni por asomo tan relevantes como sus inicios. Ya en su última demostración, contra Orton, cayó vencido tras un «simple» RKO (cuando en alguna instancia llegó a zafarse de aproximadamente una docena de blackouts de Seth Rollins). De más a menos, se despidió.

Vince’ometro:

Ruby Soho

Ruby Riott

Cuando WWE despidió a Ruby Riott en junio, sorprendió a los aficionados la noticia de que el suyo fue el despido más inesperado entre sus colegas, palabras mayores habiendo compartido lista con Braun StrowmanAleister Black o Lana. ¿El motivo? Riott era una de las personas más queridas en los vestuarios por su bondad y la positividad que aportaba tras bambalinas.

Después de quedar libre, se dejó ver en distintas viñetas en las que vandaliza sus alrededores, ahora como Ruby Soho en honor a la canción homónima de la banda de punk Rancid. El Wrestling Observer afirma que todo hace indicar que llegará a Dynamite ahora que acabó su cláusula de no competición para reforzar la división femenil, concretamente, se estima, como la carta sorpresa del Women’s Casino Battle Royale de ALL OUT 2021.

En cuanto a la visión que McMahon tenía sobre ella, pues no estamos asumiendo un gran riesgo al afirmar que no era de sus favoritas. Si bien por momentos recibió pequeños empujes (que no duraron, dicho sea de paso), mayoritariamenta no disfrutó de grandes altos ni se codeó con las Superestrellas top en PPVs.

Es curioso cómo llegó a WWE como una gran promesa, siendo líder del grupo que conformó junto a Liv Morgan y Sarah Logan, que será el mayor legado de su paso en la empresa. De las tres, la única todavía empleada allí es Morgan, y no está exactamente en la cima de la montaña. Veremos si podrá cambiar su suerte en nuevas tierras.

Vince’ometro:

Daniel Bryan

Daniel Bryan

Daniel Bryan… si han habido casos extraños. Puede sonar contradictorio, pero no se suponía que Bryan Danielson fuera una mega estrella en WWE. A Vince McMahon no terminó de «encantarle» en ningún momento. lo consideraba demasiado pequeño y no creía que tuviera carisma. Tanto para él como para todo el mundo hubo un punto de inflexión, sin embargo: su asociación con Kane como el Team Hell No! Esa faceta cómica dejó en evidencia que tenía con qué para ser un peón importante. Pero, ¿material estelar también?

Esta es la pregunta. Se sabe que McMahon le reconoció esa personalidad y le dio una oportunidad arriba de todo. Su primer reinado como Campeón de WWE, venciendo a John Cena limpiamente en el main event de SummerSlam, no fue casualidad. Sin lugar a dudas, le vio a la altura de las circunstancias. Eso sí, habría que ver qué tan lejos hubiera ido de no ser por que se convirtió en el favorito absoluto de la afición.

Seguro que eso de perder el Campeonato justo después de ganarlo fue para dar lugar a una rivalidad con Randy Orton y la Autoridad. El tema hasta qué punto se suponía que iba a continuar originalmente. Porque, no es ningún secreto, se suponía que Batista iba a ser el que pusiera a Triple H y Orton en sus lugares en WrestleMania 30. Pero pasó el Yes Movement, y WWE no tuvo más remedio que cambiar de planes.

A partir de entonces, ya no fue el mismo. Defendió en el siguiente evento, pero no como el plato fuerte. Después se lesionó. Algo de razón tenía la directiva al pensar que a Bryan se le daba mejor contendiendo, en la búsqueda, como el underdog, que como el hombre a vencer. Y eso de verlo como un «B+» estaba basado en la realidad, un reflejo de su opinión real: popular, carismático y muy buen luchador, sí, pero también muy pequeño y propenso a las lesiones, cabe añadir.

En sus años finales, ya como un talento consolidado, favorito de la gente y teniendo el plus de su regreso heroico, ganó todavía más terreno. La salida de varias estrellas de peso y la incapacidad de crear otras nuevas hizo que se convirtiese en un comodín: aquella carta que podía jugar McMahon cada vez que necesitaba un retador creíble al Campeonato Mundial, pero que también podía estar tranquilamente en el cartel medio del show.

Vince’ometro:

LA LUCHA SIGUE...
Suscríbete para recibir un resumen diario de las últimas noticias.
icon