Singular como él solo, Vince McMahon es una mente brillante. Su visión es sumamente particular y queda en evidencia con cada Superestrella cuando vemos los shows de WWE todas las semanas. El manejo y las oportunidades que recibe cada uno deriva del potencial que él ve en ellos, en un arte que atrapa la atención del lector cada vez que surge un reporte sobre el asunto.
Al ser el hombre a impresionar, sus perspectivas, aunque con el transcurso del tiempo más extremas e incomprensibles, son motivo de estudio. La suya es la voz definitiva y de ahí que su opinión sea tan buscada. Mientras que, a su vez, es un individuo difícil de satisfacer. Y en este nuevo número, les traemos la lupa McMahonesca sobre las leyendas de WCW en WWE.
Pero antes, ¡pasamos por la Gorilla Position! En una nueva sección de Cuadrilátero llamada «Vs.», te presentamos una comparación sobre quién es el mejor luchador: The Undertaker vs. Sting.
Para ello, compararemos distintos ítems (personaje, habilidad en el ring, promo, carisma, poder taquillero, profesionalismo, longevidad y palmarés) que determinarán cuál de ambos fue mejor. Ve con nosotros al detrás de escena para analizar al ganador definitivo del que posiblemente sea el combate de ensueño más grande de la historia. ¿Cuál es el marcador final? ¿Hay realmente mucha diferencia entre uno y otro?
Oprime play para no perderte de todas las curiosidades y datos sobre estas enormes leyendas, y averigua cuál de ellas es el último hombre en pie:
► Sting
Las Monday Night Wars son consideradas la época dorada de la lucha libre, principalmente por el alto nivel de competencia entre las dos principales empresas, WWE y WCW, y la exigencia que eso suponía, resultando en dos productos repletos de acción en cada esquina. En muchos aspectos ambas eran un reflejo, como The Undertaker y Sting podían serlo en el sendero de lo macabro.
Una vez WCW fuera del mapa las ofertas le llovieron con el paso de los años —de hecho, ya había recibido propuestas en plena existencia de la extinta compañía—, pero esa lealtad hacia su pasado y su entonces presente en TNA le hicieron rechazar la posibilidad de hacer historia en WWE. Llegó, sí, aunque quizá demasiado tarde para realmente disfrutarlo. Se podrá discutir si tendría o no que haber ganado alguna que otra contienda específica, pero es seguro que en el poco tiempo que estuvo (un puñado de luchas tan sólo), fue tratado como el material estelar que merecía.
Vince’ometro:
► Booker T
WWE siempre le tuvo un gran aprecio a Booker T por ser el único talento top en haber hecho la transición cuando el barco se hundió, priorizando su carrera por sobre el dinero de AOL Warner. Fue el peón dorado de parte «La Alianza» en el célebre ángulo de la invasión en 2001, y a la larga es un decisión de la que no se lamentó, considerando que hoy es más sinónimo de la gigante del entretenimiento que de otra cosa.
El 5 veces Campeón Mundial pudo haber sido aún más grande, sin embargo. Todos recuerdan su polémica rivalidad con Triple H en WrestleMania 19 en la que el tema central fue el racismo y la supuesta «inferioridad» a ojos de «The King of Kings», tema muy delicado al que no se le pudo sacar el jugo disponible con una victoria en forma de Campeonato. Si esa noche la historia hubiese sido distinto, quién sabe qué hubiera sido de Booker. Aún así, una carrera para el recuerdo.
Vince’ometro:
► Rey Mysterio/Eddie Guerrero/Chris Benoit/Chris Jericho
Rey Mysterio, Eddie Guerrero, Chris Benoit o Chris Jericho. Cuatro nombres famosamente recordados por ser las caras de la tan aclamada división crucero que cambió el curso de la lucha libre en los Estados Unidos en los 90 antes de dar el salto. Los canadienses pudieron desmarcarse de la división en algún momento y ser material importante hacia el final de sus etapas en Atlanta. En retrospectiva, no obstante, sus mejores momentos estuvieron en WWE.
Por su altura todos ellos batallaron por alcanzar la cima… y lo lograron. Por su altura también tuvieron sus periodos de sufrimiento en el cartel. Los cuatro supieron ser Campeones Mundiales bajo la dirección de Vince McMahon y dejar una huella imborrable en la historia. Todos sabemos de la gran mancha negra de Benoit; en cuanto a los demás, miembros del Salón de la Fama indiscutidos (Guerrero ya incluido en 2006).
Vince’ometro:
► Scott Steiner
Se han visto casos en los que una buena combinación de físico y altura fueron suficientes para que Vince McMahon depositara toda su confianza en un individuo. No ha ocurrido exactamente así con Scott Steiner —ya que mostraba otras habilidades además de un cuerpo «privilegiado»—, mas de este hecho podemos hacernos una idea sobre lo importante que es para el Chairman la imagen de sus luchadores.
Es por eso que a pocos les extrañó que una vez arribase a WWE en 2002 como competidor individual tras ser un pilar de renombre en WCW, se lo posicionara en las altas plazas. El que posara su mirada en el Campeonato Mundial Completo de Triple H, aquel que alguna vez sostuvo, fue todo lo que se necesitó para saber que probablemente ésta no había sido una gran idea. Su limitada capacidad en el cuadrilátero acabó por rebajarlo y así como ingresó, pronto estaría fuera.
Vince’ometro:
► Eric Bischoff
Aunque haya sido Gerente General de Raw, autoridad de TNA Impact Wrestling o trabajara detrás de cámara como encargado de SmackDown, lo primero con lo que asociaremos a Eric Bischoff de aquí al final de sus días será como el mandamás de WCW, el único hombre capaz de vencer al imperio McMahon (al menos por un largo tiempo).
Delante de las pantallas, Bischoff tenía un gran talento que se vio reflejado en su papel como el GM del show rojo por unos años, podría discutirse que el mejor que el programa emblema de WWE tuvo en sus más de 25 años de existencia. McMahon supo apreciarlo, aunque siempre fue evidente que el orgullo de haber sido el último en reír siempre estuvo presente, provocando algún pequeño rechazo que le quitó puntos. Aun así…
Vince’ometro:
► DDP
Una de las figuras centrales de WCW en su era de oro fue Diamond Dallas Page, mejor conocido como DDP. Luchador con una historia muy interesante detrás. Uno que ni siquiera empezó luchando, sino como mánager en la AWA de Verne Gagne con más de 35 años, siendo dueño de un club nocturno que a pesar de ser muy exitoso, no lo llenaba tanto como su pasión por la lucha libre. Hizo la transición hacia el cuadrilátero eventualmente, y ganó el Campeonato Mundial con 43 años.
En WWE empezó desde el puntapié inicial con el pie izquierdo mediante una historia alocada que lejos estaba de acercarlo al personaje popular que lo había consolidado en el pasado: un acosador que estaba obsesionado con la esposa de The Undertaker. En su afán de dar su toque WWE a todo, McMahon prácticamente arruinó a un DDP que rápidamente perdería el fuego, resultando en que el CEO hiciera lo propio con él, salida mediante al poco tiempo.
Vince’ometro:
► Goldberg
¿Qué no tenía Goldberg que no fascinara al Presidente? En ciertos aspectos, el gladiador era muy parecido a The Ultimate Warrior: una técnica en el ring prácticamente inexistente que lo forzaba a combates rápidos con unos pocos movimientos, una promo no tan compleja; en el lado positivo, el look de alguien que se veía capaz de destrozar a cualquiera, que es lo que enamoró al jefe.
No hace falta explicar mucho a partir de esto. Porque Goldberg no tuvo una etapa muy redonda allá por 2003, 2004, yéndose descontento y muy frustrado con la lucha en general. McMahon, en cambio, nunca se rindió con él, y así se vio cuando decidió sacarlo del retiro y convertirlo en un auténtico superhéroe en 2016, trayendo al Goldberg de los 90, tan imparable como pocos en la historia del negocio. Sin lugar a dudas, el paquete completo en la perspectiva McMahonesca, uno que éste pagaría millones y millones por tener como su máximo rostro en el panorama actual si el tiempo no hubiese transcurrido.
Vince’ometro:
