Viendo el último episodio de Raw, cualquiera entiende que este programa esté cosechando sus cifras de audiencia más bajas en 27 años de trayectoria. Lejos quedan aquellos shows que lucían cual dechado de narrativa luchística, sin descuidar la acción sobre el ring, de la época dorada de un programa que desde el final de las «Monday Night Wars», lo cierto es que nunca ha vuelto a ser el mismo.
Pero nada en la televisión luce inamovible, y más pronto que tarde, WWE deberá mover ficha y buscar un revulsivo, como ya intentó a finales de 2018, cuando Vince, Shane y Stephanie McMahon, acompañados de Triple H, se plantaron sobre un ring de la marca roja para prometer que a partir de entonces escucharían a los seguidores.
Dos años después, se abrieran de orejas o no, lo cierto es que los números de Raw no mejoran. De hecho, empeoran. Y Paul Davis de WrestlingNews.Co publicó ayer lo siguiente.
«Wrestling News ha conocido que, una vez más, Vince McMahon está buscando ideas originales y ‘fuera de la caja’ para Raw después del PPV WWE TLC. No es ningún secreto que gran parte de lo que se presentó en Raw este pasado lunes fue escrito por McMahon, pero la culpa de la disminución de los ratings recae en el personal creativo».
► «Adapt or perish»
Y analizando esas «clases extra» que parece ahora toman Keith Lee, Otis y otros talentos en el Performance Center de Orlando, Dave Meltzer hizo este interesante apunte dentro del último boletín del Wrestling Observer.
«Parte de esto es porque Vince quiere más monstruos en el ring, pues históricamente, cuando las cosas van mal en WWE, Vince culpa a los tipos de menor tamaño que están arriba. Pero ahora mismo, tiene que asumir que no tiene tipos grandes que puedan trabajar a ese nivel».
Curiosamente, después de leer esto, recordamos que el retador de Drew McIntyre en TLC es AJ Styles, gladiador que precisamente no puede considerarse un «tipo grande». Entendemos pues que Mr. McMahon no guarda demasiada confianza por Sheamus y Bobby Lashley, quienes se mantienen como secundarios, o bien prefiere reservar a uno de ellos para el inicio del «Road to WrestleMania».
Y lo cierto es que, más allá de estos dos y Keith Lee, a día de hoy Raw anda algo huérfana de colosos. A la espera, claro está, del regreso de Brock Lesnar, quien todo apunta a que buscará su revancha de WrestleMania 36 con McIntyre.
En definitiva, un signo de los tiempos que Mr. McMahon debe asumir: el prototipo físico de los 80 ya no es el predominante dentro de la industria, y eso se refleja en las contrataciones que realiza la compañía. Después de todo, WWE consiguió hacer buenos ratings con CM Punk y Daniel Bryan, lo que indica que la verdadera clave está más allá de altura y peso. El tamaño importa, sí, pero no es esencial.