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La edición de ayer de SmackDown Live tuvo a la división femenil como protagonista de uno de sus momentos destacados. Becky Lynch defendió cetro ante Alexa Bliss con una victoria controvertida, pues pese a que la campeona hizo rendir a Bliss con el Dis-arm-her, esta logró tocar las cuerdas con su pierna izquierda. Así, como recompensa, Shane McMahon prometió a la perdedora una nueva oportunidad titular en breve.
A la pregunta de cuándo veremos esta revancha, Ringside News responde que el ángulo entre las dos luchadoras se reanudará tras Survivor Series (2016) y culminará en TLC: Tables, Ladders & Chairs (2016), donde podríamos ver un combate entre ellas con el añadido de alguna estipulación especial. ¿Lucha de mesas? ¿Lucha de sillas? ¿Lucha de escaleras? ¿O lucha de mesas, sillas y escaleras?
En un artículo de mi autoría, predije que la completa Revolución de Divas triunfaría con la llegada de «gimmick matches». Y así está sucediendo, con el ejemplo más reciente del duelo dentro de la Celda Infernal entre Sasha Banks y Charlotte en Hell in a Cell (2016), que ha supuesto un punto de inflexión en la historia de la división femenina de WWE. Sin embargo, parece que Raw es el único escenario donde estamos presenciando este progreso, con el apoyo consabido de Stephanie McMahon y Triple H; este último desde su reducto particular llamado NXT, lanzadera de las cuatro mujeres top del momento, las conocidas como Four Horsewomen.
La guerra entre marcas iniciada en julio nunca comenzó de manera equilibrada, y el panorama femenil no se libró de este hándicap. Sólo una de esas cuatro gladiadoras recaló en SmackDown (Lynch), mientras que el resto ingresó en las filas rojas, lo que hizo previsible un protagonismo menor de las féminas en los carteles de las filas azules. Así se ha demostrado durante estos meses, especialmente en los últimos PPVs exclusivos de cada facción. No Mercy (2016) tuvo dos luchas mediocres (Nikki Bella vs. Carmella y Naomi vs. Bliss), mientras que Hell in a Cell (2016) cerró su noche por todo lo alto, haciendo historia con Banks y Charlotte.
Ahora parece que SD quiere ofrecer competencia allí donde ve que más flaquea, y se abre la posibilidad de un «gimmick match» por su Campeonato Femenil, intentando así emular la hazaña conseguida por Raw. Si pretenden igualar la rudeza de una lucha dentro de la Celda Infernal, TLC se presenta como la oportunidad ideal, pues se le supone el equivalente extremo (por ahora) de HIAC para el bando de Shane. Repasando la hemeroteca, ya vimos una estipulación especial en la edición de 2010: un combate de mesas por equipos con Natalya y Beth Phoenix vs. Layla y Michelle McCool.
Toca seguir con esta revolución, y veremos hasta qué punto está dispuesta SmackDown a rivalizar con Raw en lo referido a la lucha femenil, aspecto en el que actualmente se encuentra varios pasos por detrás. ¿Dejarán que Becky Lynch y Alexa Bliss estelaricen TLC (2016)?