UFC 188: Sólo podía haber un campeón, y es Fabricio Werdum — ¿Fue realmente inesperado el resultado?

Que Kelvin Gastelum venciera a Nate Marquardt era de esperarse. La edad pesa. Así como le ha pesado en los últimos años a Dan Henderson; así como ha provocado que la hegemonía de los brasileños en las MMA se haya ido desmoronado en fechas recientes.

Pero en la pelea estelar de UFC 188 no contaba la edad. Ni la experiencia. Lo que fue factor de peso fue la actitud y el hambre de triunfo, y en ese apartado, Caín Velásquez subió como con 40 años y Fabricio Werdum con 20.

Poco pudo verse del Velasquez ambicioso que derrotara al monstruo llamado Brock Lesnar. Ahora subió al octágono un veterano dormido en sus laureles, cuya poca preparación era visible en su descuidado físico. Totalmente instalado en su zona de confort, se sentía seguro ganador, pero no por haber entrenado como un campeón debe hacerlo, sino por deducir que la tenía fácil.

¿Acaso se fio de las probabilidades? Llevaba ventaja en todo: En edad, en derribes, en efectividad de golpeo, en nocauts, en no haber sido sometido ninguna vez. Quizá le sumó a eso la ya mencionada caída de la generación de brasileños que consolidaron este deporte a principios de siglo.

Porque fue a principios de siglo cuando Werdum se inició en las MMA, cuando una victoria sobre Gabriel Gonzaga le abría las puertas a PRIDE en Japón, saliendo airoso de las reglas poco competitivas de una compañía que privilegiaba la violencia sobre el deportivismo.

Llegó a UFC en 2007, con una actitud parecida a la del Caín Velásquez que vimos este fin de semana. Perdió dos de cuatro peleas, y tras una derrota de primer round ante Junior Dos Santos, la empresa le dio las gracias.

Fue un reality check para Werdum, quien se dio cuenta de la importancia de estar bien preparado. Pero le faltaba recuperar la confianza en su estilo. Eso llegó de la manera más impresionante, al rendir al dios de las MMA, Fedor Emelianenko, en Strikeforce. Emelianenko era el mejor en el mundo, jamás había sido sometido, y Werdum lo logró. Una sonrisa volvió a iluminar su rostro mientras se abría el camino para regresar a UFC.

El 4 de febrero de 2012, en UFC 143, Fabricio Werdum volvía al octágono venciendo por decisión unánime a Roy Nelson, llevándose los honores de pelea de la noche. Su siguiente víctima fue Mike Russow, y su nivel de confianza subió al ser elegido como entrenador de The Ultimate Fighter Brazil 2, en oposición a Antônio Rodrigo Nogueira. Al final de la temporada, derrotó contundentemente al Minotauro mediante palanca al brazo en el segundo round.

Para entonces, Werdum veía redondeada su carrera al ser comentarista de UFC en español y parte del lanzamiento del UFC Network en Latinoamérica. Su carisma y simpatía le hizo granjearse muchos seguidores y pudo haberse dado el lujo de retirarse de la competencia activa y quedarse sólo con el Network.

Pero quizá sentía que quedaba algo por demostrar. Su victoria ante Minotauro Nogueira lo colocaba como retador por el Campeonato Mundial de Peso Completo UFC. Sin embargo, una lesión de Caín Velásquez evitó que la pelea se llevara a cabo a principios de 2014. Werdum pudo esperar, pero prefirió jugarse la oportunidad ante el noqueador Travis Browne, que venía de derrotar de manera apabullante a Josh Barnett. Werdum no sólo le ganó, sino que prácticamente jugó con él, conectando en su rostro combinaciones de boxeo pocas veces vistas en las MMA y pocas veces vistas en el mismo boxeo (en los gimnasios llegan a practicarlas).Fabricio Werdum vs Travis Browne

Velásquez volvió a lesionarse poco antes de UFC 180, así que Fabricio pudo convertirse en el Campeón Interino al vencer a Mark Hunt. Y como la tercera es la vencida, Velásquez no pudo rehuir a la confrontación de UFC 188, donde finalmente su reinado expiró.

¿Y Caín Velásquez ha tenido una buena carrera en UFC? Por supuesto, pues dueño de un punch tremendo, pocas veces ha tenido que hacer uso de sus conocimientos de lucha libre. En sus inicios, sus rivales, uno tras otro, caían ante la fuerza de sus golpes. Tras vencer a Cheick Kongo, Ben Rothwell y Minotauro Nogueira, llegaba con un record de 8-0 a enfrentar al campeón Brock Lesnar, quien venía saliendo de una afección de diverticulitis. En malas condiciones físicas, Lesnar fue presa fácil de Velásquez.

Pero lo que se esperaba fuera un reinado impresionante no lo fue. Casi un año después de su victoria sobre Lesnar, Velásquez fue noqueado en su primera defensa. Su verdugo fue Junior Dos Santos, el musculoso brasileño conocido por ser más ducho en boxeo que en jiu-jitsu. Para ganarse la revancha, Velásquez tuvo que derrotar a Antonio “Bigfoot” Silva (o Antonio “Pezão” Silva, como le dicen en Brasil). Velásquez recuperó el cinturón, y luego lo defendió con Bigfoot. Tras ello, completó la trilogía con Dos Santos, propinándole soberana golpiza.

Y una de las principales críticas al reinado de Velásquez ha sido que después de su victoria sobre Lesnar, sólo ha peleado con Dos Santos y Bigfoot, y cada vez que ha llegado a la puerta un reto distinto, se lesiona.

Su derrota ante Werdum tiene que ser también un reality check, pues tiene que volver a sentir la ambición que sentía en sus inicios y que ha perdido quizá por aburrimiento. Una revancha directa no es lo más deseable, pues un Caín dominador como el que vimos hace unos años sólo puede resurgir con el deseo de volver a la cima, con la idea fija de volverse a ceñir el oro.

Y en el horizonte de Werdum ya debe estar mentalizándose para volver a enfrentar a Andrei Arlovski, quien lo venciera en UFC 70, en 2007, y que también está tomando su segundo aire. Werdum vs. Arlovski II debe ser la siguiente gran pelea de la división de los pesos completos en UFC.

LA LUCHA SIGUE...
Suscríbete para recibir un resumen diario de las últimas noticias.
icon