Tyron Woodley no está dando excusas por su actuación contra Colby Covington en UFC Vegas 11 , pero la derrota definitivamente duele. Durante la mayor parte de las más de cuatro rondas, el ex campeón de peso welter luchó por mantenerse alejado de la jaula, defendiendo constantemente los intentos de derribo y un ritmo implacable de Covington.
La pelea terminó después de que Covington plantara a Woodley en la lona en el quinto asalto, y una lesión en la costilla lo obligó a detener la competencia. Woodley no apareció en la conferencia de prensa posterior a la pelea de UFC Vegas 11, pero sí tomó Instagram para ver un video corto mientras lo transportaban a un hospital local para revisar sus heridas. Si bien aún no tenía un diagnóstico, Woodley dijo que «se rompió una costilla», que fue lo que finalmente llevó a la pérdida por nocaut técnico.
No comprende lo que sucedió en la pelea
Considerando cómo se desarrolló la pelea, Woodley se quedó sin palabras sobre lo que salió mal. Pero sabe que enamorarse de Covington era lo último que quería.
«Los aprecio muchachos, los quiero muchachos. No salió como yo quería chicos. Última persona con la que quería perder«.
“No sé qué diablos pasó. Ocurrió. Tengo que desempolvarlo, sacudir la mierda y encontrar una manera».
Después de permanecer invicto durante siete peleas seguidas, incluidas cinco peleas por el título, Woodley ahora ha perdido tres seguidas y perdió 14 rondas consecutivas ante Covington, Kamaru Usman y Gilbert Burns .
Si bien sus derrotas se han producido contra los tres mejores pesos welter clasificados en UFC en este momento, Woodley no ha sido un factor importante en ninguno de esos enfrentamientos, cayendo en dos decisiones desequilibradas y luego perdiendo por nocaut técnico el sábado por la noche.
Es imposible decir a dónde va Woodley desde aquí, pero el presidente de UFC, Dana White, cree que podría ser el momento de que el ex campeón de peso welter comience a pensar en el final de su carrera como peleador.
«Creo que debería empezar a pensar en colgar los guantes. Ha tenido una gran carrera, ha tenido una gran racha. Ha ganado dinero».
No se puede culpar a nadie por olvidar. Su carrera por el título terminó sin ceremonias con una paliza unilateral a manos de Kamaru Usman. Cualquier esperanza de que esa actuación fuera solo una mala noche se borró cuando Woodley regresó 14 meses después y realizó una actuación igualmente plana contra Gilbert Burns .
Ofreció poca resistencia al ceder su cinturón a Usman y luego mostró cero urgencia en lo que debería haber sido su pelea de regreso. Su carrera claramente necesitaba una chispa, y qué mejor encendido que un enfrentamiento con un hombre que estaba hábilmente posicionado como su mayor rival, y la mayor oportunidad perdida durante su tiempo como campeón, Colby Covington .
Un ex compañero de entrenamiento. Un perturbador impertinente y arrogante. Un orgulloso representante de MAGA. En Covington, Woodley tenía el yin de su yang, un objetivo claro al que fijar la mira y disparar. Todo lo que tenía que hacer era apretar el gatillo, sin embargo, falló de nuevo.