Entre las llegadas de Alex Zayne o The Rascalz (con Trey Miguel de momento a la espera), WWE no le pierde el pulso a su pretensión de acaparar a todos los luchadores posibles que despuntan dentro de la escena independiente; sobre todo, tras el nacimiento de All Elite Wrestling.
Dave Meltzer adelantó en 2018 que los últimos acuerdos televisivos de McMahonlandia supondrían una muy jugosa inyección monetaria a las arcas de la empresa, haciendo que dicha política de contrataciones se potenciara. Y a día de hoy, el Performance Center de Orlando debe lucir ya cual camarote de los hermanos Marx. Un exceso a todas luces contraproducente para el gigante estadounidense.
► El «X Factor» para Triple H
El estilo de lucha y los prototipos físicos antaño predominantes en el producto de WWE se han visto alterados con el paso del tiempo; ahí tenemos los ejemplos actuales de éxito de Daniel Bryan o AJ Styles dentro del elenco principal. Pero a fin de cuentas, como dijo Ric Flair, «Finn Bálor nunca estelarizará WrestleMania».
Algo que queda de manifiesto al leer las recientes declaraciones de Triple H durante el Learfield IMG College Intercollegiate Athletics Forum, cuando se le preguntó por la cualidad que WWE considera más importante en un talento que quiere aspirar a ser una de sus Superestrellas (vía Metro).
«Para nosotros, el carisma es el rey. Busco a esa persona, hombre o mujer, que entra en una habitación y te fijas en ella. Que tenga ese factor de carisma. Uno también busca a gente habilidosa. Pero es curioso, porque trabajarán mucho más duro y tal vez cometan errores, pero en esos errores encontrarás excelencia. Y estarán dispuestos a hacer todo lo que sea para mostrar su valía».
