Son horas cruciales en TNA. Y no sólo en lo que se refiere a la realización del evento más importante del año, Bound For Glory, en menos de 48 horas, sino que el mismísimo cierre de la empresa está en juego en estos momentos.
Mucho se habló en los últimos años sobre un hipotético fin de la compañía -que alguna vez fue vista como la futura competencia de WWE-, y si bien la misma ya llevaba un buen tiempo profusa en un caos financiero, fue en los últimos meses que tocó fondo.
Actualmente pende de un hilo, o, mejor dicho, de un comprador. La situación es la siguiente, según ha divulgado el prestigioso periodista Dave Meltzer del Wrestling Observer Newsletter en las últimas horas y que hemos podido recoger aquí en SÚPER LUCHAS:
Con el 70 por ciento de la empresa, la ex presidente Dixie Carter es la propietaria mayoritaria y en menores proporciones aparecen Billy Corgan y Aroluxe. Tanto al músico como a la productora se le atribuyeron porcentajes debido a sus contribuciones monetarias a la hora de afrontar los gastos de las últimas grabaciones televisivas. También se cree que Fite TV es dueña de una porción de la empresa, posiblemente por dicho motivo.
El problema, como ya se ha hecho hincapié anteriormente, es la falta de fondos. La empresa debe millones por donde se lo vea y está endeudada hasta tal punto que lo debido es mayor al valor de la propia compañía.
Se estima que son nada menos que 600 mil dólares los que se requieren para que finalmente se lleve a cabo el evento del domingo, una suma que nadie dentro de la compañía está dispuesto a aportar en estos momentos críticos, lo que hace que la venta de la compañía sea la única salida para su realización. Los altos mandos, asimismo, están ahorrando la mayor cantidad de dinero posible y hasta se han tomado algunas medidas drásticas, como la cancelación de los vuelos de sus talentos.
Las negociaciones por la venta de la organización han estado en curso desde hace meses y aunque para este punto se creía que las cosas ya estarían cerradas y resueltas, todavía no se ha llegado a un acuerdo y hasta hace unos días todavía estaban muy lejos de llegar a uno.
Se sabe que tanto Aroluxe como Corgan estuvieron a punto de hacerse con la compra, pero finalmente no hubo acuerdo con Carter, la propietaria mayoritaria y, por ende, la responsable de escoger quién se hará con el control. Y ella ha sido de hecho señalada por mucha gente del entorno como la culpable de que no haya acuerdo hasta el momento, como así del «desastre» económico por el que está atravesando TNA:
«Hay muchos obstáculos y juegos de por medio. Ella ha hecho un desastre y es responsable de ello», dijo un individuo involucrado en el asunto. «Creí que Aroluxe lo tenía hace unas semanas. Luego pensé que Billy había ganado. Ahora sé que la cosa sigue en lo mismo. Ella va más allá, nunca conocí a alguien tan desconcertada. Está fuera de contacto en todos los aspectos. Ambas partes la quieren fuera, eso es seguro. Es lo único en lo que se pusieron de acuerdo», dijo otro.
La gran discusión aquí y lo que más atención trajo a la situación es la posición de WWE. Mientras que F4WOnline informó que la empresa de Vince McMahon estuvo involucrada en su momento y volvió a interesarse hace unas semanas gracias a la relación del actual Vicepresidente de TNA John Gaburick con el directivo de WWE Mark Carrano, también apuntó que la compañía se bajó de las negociaciones hace unos días.
De todos modos, su interés se limitó a apoderarse de la videoteca de algunas de sus actuales Superestrellas y leyendas tales como AJ Styles, Samoa Joe, Sting, Hulk Hogan, entre otras, material qie iría directo al WWE Network; y a lo sumo contratar a unos pocos luchadores de su elenco.
La intención de comprar TNA en sí, sin embargo, nunca estuvo y tampoco lo estará, pues comprarla significaría hacerse cargo de las deudas millonarias de la misma y no es algo que les convenga a fin de cuentas. El panorama no pinta para nada bien. Es más, hay quienes comparan a TNA con los últimos tiempos de WCW, entre ellos el mismo Meltzer:
«En muchos sentidos, esta situación de contrarreloj es muy similar a la manera en que Eric Bischoff tuvo que lidiar con WCW en 2001. En muchos sentidos, Billy Corgan está en la situación de Bischoff. Cuando Turner decidió dejar la lucha libre, Bischoff tuvo un acuerdo en principio para comprar la empresa, pero también en la compra estaba garantizado tiempo en televisión -TNT iba a cancelarlos pero aún tenían a TBS, aunque en ese momento él no sabía que iban a cortar relación-. Sin un canal que transmtiera, el contrato fue incumplido y la compañía ya no tenía valor. Dada la rica historia de la empresa, Bischoff pudo haber salvado a la empresa, pero no pudo hacerlo porque no tuvo el tiempo requerido. Similar es la situación de Corgan, con el poco tiempo con el que cuenta para lograr un buen acuerdo para salvar a TNA. Quizá tan solo tenga unos días. Si el dinero no está para el 30/09 (el día de la fecha), no habrá PPV el domingo ni grabaciones televisivas la semana que viene. Eso haría que TNA incumpliera con sus contratos de television y eventos pague-por-ver en los que debe proveer de nuevos shows y material. Eso no garantizaría la muerte, pero sería algo malo y podría significar la muerte en algún punto o graves consecuencias si uno o dos asociados utilizaran el incumplimiento para cancelar el show.»