Por José Angel Rincón

Un luchador al ir rumbo al ring, va totalmente concentrado, no pensando en dar otra cosa que no sea el 100% de sus capacidades y el acabar bien la noche, sin lesiones y que el rival se preste para un buen combate. Por su parte, el publico esta a la expectativa de que salga su favorito para aplaudirle o el villano para gritarle.

En los principios de la lucha el atleta dependía de su propia personalidad, pero con el transcurrir de los tiempos, a esto hay que agregarle la presentación del luchador, desde que su vestimenta refleje la personalidad y fuerza de su carácter, pero también un agregado importante, que aparezca con un tema musical que el publico pueda identificar como un sello definitivo de su favorito u odiado luchador.

La música se ha vuelto un imprescindible elemento, sin duda Stone Cold Steve Austin no tendría el mismo impacto sin su tema o como en el caso de The Sandman, que podía salir a luchar hasta en pijama, pero no sin Enter Sandman, que se volvió tan vital en su presentación, que es todo un ritual con los aficionados, que llego a un punto que duraba mas la introducción de The Sandman, que sus propios encuentros.