«SuperRetrospección»: Hijo del Santo vs. Hijo del Perro Aguayo – «La Venganza»

Hoy amigos, sí hoy, viajaremos unos cuantos años atrás para lo que se consideraría «La Venganza» del Perro. Como en la Retrospección de El Santo vs. El Perro Aguayo, el «can» perdió su cabellera contra el ya consagrado «Enmascarado de Plata» y ahora aunque no era de apuestas, los hijos de aquellas leyendas se enfrascaban en una rivalidad ya conocida a voces y a petición de miles que la esperaban con ansias.

Un Perro Aguayo, Jr. más joven que El Hijo del Santo, coincidencia también de la batalla de los padres donde el Perro Aguayo era mucho más joven que El Santo.

Sin más preámbulos, vayamos a los hechos.

  • El Hijo del Santo vs. El Hijo del Perro Aguayo.
  • Empresa: CMLL.

Había llegado la hora que el destino marcaba desde años atrás. Los aficionados pedían a gritos esta lucha y la catedral más antigua de la Lucha Libre lo entregaba en bandeja de plata. Cada segundo que transcurría y esta batalla agarraba la fuerza necesaria para causar la expectación más grande de la noche. El Hijo del Santo con la carga de mantener la casta de la grandeza que le ostento su padre.

Por otra parte, El Hijo del Perro Aguayo que cargaba la rudeza de su legendario papá, una rudeza que les caracterizaba por igual.

La batalla por fin dio inicio y cabe mencionar siempre la belleza de las damas que engalanan el encordado con sus hermosos ojos y cuerpos que siempre son lo más bello que la vida nos pudiese regalar.

Regresando a la gran fuerza mediática y expectativa de la lucha, Perro Aguayo, Jr. manejaba el inicio con las típicas acciones de los rudos, mientras que «el Enmascarado de Plata» trataba de resistir. Acciones tan bajas ocurrían como eran de esperarse, con aliados de la facción «Perros del Mal» que metían manos en el asunto para dañar al Hijo del Santo, pero una leyenda también de la Lucha Libre como lo es Blue Panther, se encontraba apoyando en esas circunstancias al Hijo del Santo y se vio envuelto entre los golpes.

Aquella artera y tan abucheada acción del Hijo del Perro que con una camiseta ahorcaba en las cuerdas al «enmascarado de plata» y la rudeza seguía siendo el centro de atención. El dominio del «can» era absoluto, sin reacción alguna de su contrincante, pero la algarabía se dejó ver y no quería que su ídolo siguiese sufriendo los ataques brutales.

El respetable que se dio cita en la Arena México en aquella ocasión se hacía notar con incontables gritos, «!Santo!… !Santo!… !Santo!…»  Todo aquello era un extraordinario obús de euforia y diversión. La mirada del Hijo del Perro era simple, quería demostrar que podría vencer a su rival y humillarlo lo más posible que pudiese. Y el querido «Can Jr.» lo logró, se llevaba la primera caída con un par de “Suplex” bien aplicados y unas patadas en el estómago para el Hijo del Santo, por supuesto los abucheos cayeron por todas partes, pero eso no parecía importarle en absoluto al vencedor y rudo, porque había logrado una caída sin recibir daño alguno. Lo mejor que el destino nos deparaba, sin duda estaba por venir en forma de exquisita técnica y fuerza de voluntad.

La belleza volvió a aparecer para engalanar la segunda caída, y hasta los aficionados al Perro Aguayo, Jr. por fin salían de entre la multitud, pocos, pero fieles a su «perro«.

Una pequeña reacción sacudió el momento, el Hijo del Santo aplicaba una de sus más usadas acciones sobre un cuadrilátero, unos rodillazos al rostro del «Can Jr.» que no duró mucho el dolor, ya que reaccionó este segundo de inmediato para mandar a la lona de nuevo al Santo, Jr. una verdadera batalla de «Jrs.» Ahora sí, la técnica característica del Hijo del Santo salió a relucir con unas tijeras que aprisionaban el cuello del Perro Aguayo, Jr. y el respetable se ponía de pie en tal acción que tantas veces nos han regalado la dinastía Santo. Unas tijeras impresionantes y un tope suicida desde la tercera cuerda mermaron al Perro Aguayo, Jr. y una llave perfectamente aplicada bastó para que el Hijo del Santo se llevara la segunda caída y la batalla llegara por fin al clímax total.

La tercera caída, la ultima, el final de un lucha mano a mano tan esperado. Cómo el tiempo era tan cruel para dejar terminar algo que tanto se ha esperado. Cuantos miles de personas no lo esperaban y ahora llegaba a su final, una lástima, pero a la vez un orgullo muy gigantesco por observarlo, por sentirlo, por acariciar la gloria eterna de haberlo siquiera tenido y estos ojos que alguna vez se llevara el tiempo, fueran testigos de una hegemonía tan esperada y ansiada.

El destino del fin se trasladaba hacia la entrada metálica y el castigo ahora era en contra del rudo. El Hijo del Santo metía inmediatamente al Perro Aguayo, Jr. al cuadrilátero ya que quería escaparse como típico cobarde, pero qué técnica del Hijo del Santo, una variante de medio cangrejo que parecía llevar al final de la batalla con una rendición del «perrito«, la técnica depurada con la que cuenta el Hijo del Santo era excelsa. Y si algo faltaba en la lucha era sin duda las proyecciones del cuadrilátero hacía afuera y fue el «perrito» quien dañó al Hijo del Santo. Lo más bajo y ruin en una batalla es tratar de quitarle la máscara a tu rival cuando no está en juego dicho tesoro tan preciado de los luchadores. Parecía que el público vería la identidad del Santo, pero ¿Qué es esto? Reacción aérea del Hijo del Santo, el hijo de la gran leyenda mexicana, el heredero de la mayor leyenda mundial de la Lucha Libre. La sensacional batalla, el maravilloso duelo eran los vuelos certeros del «santito». Y !Que Dios libre al «perrito«! ¡Esa es la cavernaria!… Pero no había rendición del Hijo del Perro Aguayo.

La lucha se tornaba dramática y el espectáculo era tal como lo había esperado el respetable que se dio cita a la Arena México, así como los televidentes que nos comíamos las uñas de tal emoción de tan legendario combate. ¡Qué vuelo! ¡Qué emoción! ¡Qué impresionante vuelo tal ave fénix! Una postal para la historia, para ser digna de contar, el «perrito» está dañado y el toque de espaldas llegó, pero como dramático el combate, como dramático el conteo del referí.

Todo se emparejaba y la condición física de ambos era esplendorosa. !No! !No puede ser! El Hijo del Perro Aguayo quiere ganarle al «santito» con la llave que inmortalizara El Santo, la de «A Caballo» no puede terminar esto así, !Vaya! resistió el Hijo del Santo, pero los castigos del Perro Aguayo, Jr. son cada vez más contundentes.

Pocas veces el destino nos regala un espectáculo que tanto hemos esperado. Los increíbles y sobre todo impresionantes movimientos de una dinastía que se ha perdido en el pasado, pero viven siempre en la mente de los que alguna vez gozamos de su sublime e impredecible espectáculo sobre el cuadrilátero. El dolor en el rostro del «santito» después de un medio cangrejo bien aplicado del «perrito». ¡Wow! Como un torpedo plateado que caía tan sublime, con un tope suicida sobre el «perrito» y el público eufórico que no dejaba de gritar el nombre «Santo» «Santo» «Santo» tan esplendoroso cual fuese siempre el delirio de los aficionados. La recta final estaba cerca. El destino cruel nos jugaría el final de una batalla que quisiera nunca terminara. El Hijo del Perro Aguayo seguía con el castigo de querer quitarle la máscara al «santito» y la acción más usada en la Lucha Libre mexicana, la «equivocación» y en esta ocasión el réferi era el que sufría las consecuencias de dos patadas aéreas del Hijo del Perro. El Hijo del Santo aprovechó y un extraordinario tope desde la tercera cuerda dañó directamente al «perrito» que quedó tendido en la lona, y !Toma! La tan esperada de «A Caballo» que inmortalizara su padre fue aplicada, y el Perro Aguayo Jr. se rendía, pero ¿Qué pasa? Sí, es cierto, el réferi está por los suelos, entonces ¿Quién aprobará la Rendición del Hijo del Perro Aguayo? ¿Cómo acabará la lucha? Las cámaras tomaban todos los ángulos y el público caía en la inconmensurable nostalgia del momento, ¿Qué pasaría? Pero ¡Por Dios! Qué bajeza del Perro Aguayo, Jr. ¡Le ha quitado la máscara al Hijo del Santo! Y ahora lo cubre, pero !Toma canalla! No hay réferi para que te de la victoria.

El «perrito» fue a levantar a «Baby Richard» y eso lo descuidó un poco, algo que el Hijo del Santo aprovechó para ponerse de nuevo su tesoro más preciado sobre un cuadrilátero. ¡Oh! ¡No puedo creer lo que mis ojos han visto! ¡El Hijo del Santo! ¡El Hijo del santo! ¡Aplicó un faul al «perrito» Aguayo! «No puede ganar un faul, no puede ganar con un Faul» Gritaban los comentaristas que no podían imaginarse lo que sus ojos veían. Y la cuenta en 1, 2 y 3. El Hijo del Santo vencía al Hijo del Perro Aguayo con una acción ilegal y de rudeza vil. Un técnico que en sus mejores momentos saca lo «rudo» como en sus tiempos lo hiciese su padre. Una batalla que culminó lo mejor posible y que con orgullo me pongo de pie. No será tan técnico el Hijo del Perro Aguayo, pero un buen espectáculo sí lo da. Y como dicen: «Un técnico es llevado de la mano de un buen rudo«.

Nuestra pregunta del día de hoy es…

¿Aún sería interesante a estas alturas ver la lucha Máscara vs. Cabellera entre ambos?

Hijo del Santo - Perro Aguayo, Jr.
Hijo del Santo – Perro Aguayo, Jr.

Decídanlo ustedes. Los verdaderos fans y críticos del deporte.

Reseña:

  • Vídeos adquiridos de la página YouTube.
  • Narración: Tinguili
  • Datos: Wikipedia.
LA LUCHA SIGUE...
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24 comentarios en ««SuperRetrospección»: Hijo del Santo vs. Hijo del Perro Aguayo – «La Venganza»»

    • Al leer esto recorde los viejos tiempos donde la CMLL era una gran empresa y no como ahora que esta a poco a poco cayendo a un abismo

      Sobre lo ultimo no creo que se llegue a dar y en caso de que si pasara, no creo que el hijo dle perro sea quien destape al hijo del santo, estoy seguro que el al igual que su padre nunca perdera la mascara en combate

      • Al ver que ya es grande, no veo la necesidad del Hijo del Santo por jugarsela. Al menos que fuera contra Mil Mascaras o Blue Panther.

        El perro no ha hecho ni ha ganado nada que le valga ir por el tesoro del Hijo del Santo.

  1. En lo personal el Perrito no merece la mascara del Santito, ademas de que es uno de los tantos juniors que no ha podido llenar lo zapatos de su padre, aunque eso si, el camarada le pone huevos (aunque ya no como antes). Muy buena retrospeccion.

  2. Tal vez sea el efecto que me causo la lectura, pero me parece no haber visto mejor desempeño de estos dos luchadores alguna vez.

      • gracias por la retrospeccion tan buena , sigue haciendo mas de la lucha libre mexicana.
        es cierto para mi esta y contra mistico fue la que me llamo mas la atencion del hijo del perro aguayo

    • Al leer esto recorde los viejos tiempos donde la CMLL era una gran empresa y no como ahora que esta a poco a poco cayendo a un abismo

      Sobre lo ultimo no creo que se llegue a dar y en caso de que si pasara, no creo que el hijo dle perro sea quien destape al hijo del santo, estoy seguro que el al igual que su padre nunca perdera la mascara en combate

      • Al ver que ya es grande, no veo la necesidad del Hijo del Santo por jugarsela. Al menos que fuera contra Mil Mascaras o Blue Panther.

        El perro no ha hecho ni ha ganado nada que le valga ir por el tesoro del Hijo del Santo.

  3. En lo personal el Perrito no merece la mascara del Santito, ademas de que es uno de los tantos juniors que no ha podido llenar lo zapatos de su padre, aunque eso si, el camarada le pone huevos (aunque ya no como antes). Muy buena retrospeccion.

  4. Tal vez sea el efecto que me causo la lectura, pero me parece no haber visto mejor desempeño de estos dos luchadores alguna vez.

      • gracias por la retrospeccion tan buena , sigue haciendo mas de la lucha libre mexicana.
        es cierto para mi esta y contra mistico fue la que me llamo mas la atencion del hijo del perro aguayo

  5. Saludos
    La rivalidad del Santo vs Perro Aguayo fue muy superior a esta con los juniors, el Santo era un luchador que se cuece aparte y tenia una etica profesional intachable.
    El Perro Aguayo quiso agarrarlo de escalón, pero se topo con un Santo rudo como en sus mejores tiempos y la lección que le dio al Perro, se la desquito con el Hijo del Santo.
    Esta rivalidad tambien fue memorable, pero con el «Bultito» Aguayo nadamas no, el Torneo de la Leyenda Plateada sirvio para dar inicio a esta rivalidad pero desgraciadamente no cubrio la expectativa que se creo.
    Y eso que quizas esta sea uno de sus encuentros mas relevantes, pero pasaron los años y el pobre no parendio a luchar y solo desprestigia el nombre de un luchador que se caracterizopor ser garantia de espectaculo.
    Saludos

  6. Saludos
    La rivalidad del Santo vs Perro Aguayo fue muy superior a esta con los juniors, el Santo era un luchador que se cuece aparte y tenia una etica profesional intachable.
    El Perro Aguayo quiso agarrarlo de escalón, pero se topo con un Santo rudo como en sus mejores tiempos y la lección que le dio al Perro, se la desquito con el Hijo del Santo.
    Esta rivalidad tambien fue memorable, pero con el «Bultito» Aguayo nadamas no, el Torneo de la Leyenda Plateada sirvio para dar inicio a esta rivalidad pero desgraciadamente no cubrio la expectativa que se creo.
    Y eso que quizas esta sea uno de sus encuentros mas relevantes, pero pasaron los años y el pobre no parendio a luchar y solo desprestigia el nombre de un luchador que se caracterizopor ser garantia de espectaculo.
    Saludos

  7. Muy bien articulo
    «El Hijo del Perro Aguayo que cargaba la rudeza de su legendario papá, una rudeza que les caracterizaba por igual» he visto videos de luchas del Perro y su retoño, el padre era un perro rabioso el hijo siempre me parecio un perro con moquillo. El Perro sr demostro fiereza y que tenia tecnica, el hijo ninguna de las 2. Es una opinion, no pretendo ofender a nadie pero creo que si la lucha de mascara contra cabellera no se dio fue por el miedo del hijo del Perro a perder.

    Saludos desde Argentina

  8. Muy bien articulo
    «El Hijo del Perro Aguayo que cargaba la rudeza de su legendario papá, una rudeza que les caracterizaba por igual» he visto videos de luchas del Perro y su retoño, el padre era un perro rabioso el hijo siempre me parecio un perro con moquillo. El Perro sr demostro fiereza y que tenia tecnica, el hijo ninguna de las 2. Es una opinion, no pretendo ofender a nadie pero creo que si la lucha de mascara contra cabellera no se dio fue por el miedo del hijo del Perro a perder.

    Saludos desde Argentina

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