Sean O’Malley nunca admitió una derrota ante Chito Vera en UFC 252 , al diablo con los resultados oficiales. Pero después de dominar a Vera en su revancha en UFC 299 , O’Malley se declara invicto como luchador profesional de MMA.
«La Comisión Atlética del Estado de Sugar dijo que si gano esta pelea, me quitarán la primera pelea, así que estoy oficialmente invicto nuevamente«.
«Se siente realmente bien, así que ahora mismo estamos 1-0«.
La Comisión Atlética del Estado de Sugar es, por supuesto, una broma descarada, un producto de la imaginación de O’Malley, como lo es el recuento oficial de su tiempo con Vera. El par de pesos gallo ahora tiene marca de 1-1, con Vera obteniendo un nocaut técnico en el primer asalto sobre O’Malley hace cuatro años en lo que fue un primer – y muy visible – revés.
Esta vez, la lesión en el pie y el tobillo que debilitó a O’Malley contra Vera no fue un factor en absoluto, permitiéndole básicamente correr en círculos alrededor de su oponente. Vera habló mucho de cara a la pelea, pero fue superado en el departamento de velocidad y movimiento. Sólo un golpe al cuerpo en el último segundo pareció revelar la vulnerabilidad de O’Malley.
Con su primera defensa del título de peso gallo detrás de él, O’Malley quiere enfrentar al campeón de peso pluma Ilia Topuria. Salvo eso, aceptará a regañadientes una pelea con el contendiente número uno Merab Dvalishvili , a quien no vendió detrás del escenario después de UFC 299.
O’Malley parece dispuesto a escribir su propio libro de historia para una posible pelea con Dvalishvili. Eso no deja tiempo para otra pelea con Vera. Cuando se le preguntó si podría considerar una tercera pelea, el campeón dijo «probablemente no».
«Creo que obtuve un 50-44, así que probablemente no«.
O’Malley lamentó su falta de capacidad para finalizar la pelea de cinco asaltos a pesar de su blanqueada en las tarjetas. Dijo que el asiento que tomó cuando sonó la campana final tenía tanta frustración por ir a las tarjetas como un desagradable golpe al cuerpo que Vera conectó en los últimos segundos. Pero desde cualquier punto de vista, él fue el claro ganador.
“Supe que era mejor que este tipo durante tres años y medio. Sabía que la primera pelea fue una casualidad, así que me sentí bien. … Tenía tantas ganas de ese acabado que pensé que podía sentarme en el bolsillo y hacer jodidos intercambios. Me golpeó con un buen golpe al cuerpo y yo dije: «Ya le di una paliza». Voy a sentarme y relajarme un poco”.