Ryan García no consiguió un nocaut en su pelea de regreso contra Emmanuel Tagoe el sábado en San Antonio, como muchos esperaban. Por lo demás, no podría haber sido mucho más dominante.
García derribó a Tagoe en el segundo asalto y superó al ghanés de principio a fin para ganar una amplia decisión y subrayar su posición como principal aspirante al peso ligero en su primera pelea en 15 meses. García (22-0, 18 KOs) había peleado por última vez en enero del año pasado, cuando se levantó de un derribo para detener a Luke Campbell en siete asaltos. Después se tomó un tiempo de descanso para atender su salud mental.
Volvió al ring con una determinación renovada y un nuevo entrenador en su esquina, Joe Goossen. Y esperaba causar una buena impresión ante un público partidario en el Alamodome. Sin embargo, Tagoe (32-2, 15 KOs) lo puso difícil al hacer hincapié en la supervivencia más que en ponerse en posición de ganar la pelea. Corrió, García le persiguió.
García proporcionó el primer momento dramático hacia la mitad del segundo asalto, cuando un derechazo derribó a Tagoe. Sin embargo, se levantó e hizo lo necesario para evitar recibir otro gran golpe. La mayor parte del resto de la pelea siguió el mismo patrón, García marchando detrás de Tagoe, aterrizando golpes de poder consistentemente pero sin hacer lo suficiente para terminar la pelea.
Tagoe, con algo de coraje, empezó a mantenerse firme en los últimos compases del combate. Eso le permitió asestar algunos golpes efectivos aquí y allá. También estuvo a punto de provocar un desastre, ya que García le hirió gravemente con una mano derecha en el décimo asalto. De nuevo, Tagoe, un boxeador inteligente, aguantó y utilizó sus pies para sobrevivir al asalto y, en última instancia, escuchar la campana final. Las puntuaciones oficiales fueron 119-108, 119-108 y 118-109.
«Se movía mucho», dijo García. «No voy a mentir, fue una experiencia nueva. Tengo que cortar mejor el ring contra un tipo que no para de moverse durante los 12 asaltos. … Creo que si hubiera empezado a presionarle más al principio de la pelea, le habría sacado de ahí. ¿Qué puedo decir? Fue difícil seguirle la pista».
Por supuesto, con la victoria, García, una de las mayores atracciones del deporte, vuelve a estar en el centro de la caza del título de las 135 libras. Se le preguntó después si cree que está preparado para enfrentarse a un posible rival como Gervonta Davis, pero, evidentemente, adoptando un enfoque más comedido para venderse a sí mismo, no mordió la oportunidad de hablar algo de basura.
«En el pasado, siempre estoy con las llamadas», dijo el joven de 23 años. «He crecido, he madurado. Dejaré que mi equipo se encargue de ello. … Cuando toca, toca. Ahora mismo confío en mi equipo».
