Mientras circulan rumores de que Bellator podría venderse en cualquier momento, Ryan Bader ya sabía que su pelea en Bellator 300 podría ser la última con la organización.
Desafortunadamente, el actual campeón de peso completo de Bellator ni siquiera podrá competir el sábado después de que su oponente Linton Vassell se retirara de su pelea pocos días antes del evento.
Antes de la cancelación de la pelea, Bader abordó la realidad de su situación. Ha escuchado los mismos rumores que todos los demás sobre la posible desaparición de Bellator y cómo eso podría afectar a los atletas en el elenco.
«He tenido algunas conversaciones con mi manager sobre ‘qué pasaría si’, pero realmente nadie sabe lo que está pasando. Entonces, lo que puedes hacer es dejar eso afuera y ocuparte de tu trabajo. Póngase en la mejor posición para avanzar con una fusión o quién sabe qué sucederá. ¿Somos todos agentes libres? ¿Nos fusionaremos con el PFL? No lo sabemos.
“Puedes pensar en todos los escenarios diferentes, pero ninguno de ellos puede ser cierto. Lo que tenemos que hacer es mantener la cabeza gacha y pensar en la pelea que tenemos por delante, y ponernos en la mejor posición para que se resuelva tu contrato, o si eres agente libre, un nuevo contrato. Ser campeón de peso completo implica un poco de peso”.
Como tres veces campeón defensor de Bellator, sin mencionar su larga historia como uno de los 10 mejores peleadores de UFC durante la mayor parte de su carrera, Bader tiene un nombre y una historia que lo convierten en una opción intrigante para cualquier promoción o pelea.
En la parte superior de la lista puede estar un enfrentamiento con el ex campeón de peso completo de UFC Francis Ngannou, quien firmó un lucrativo acuerdo con la PFL, y se espera su debut en algún momento de 2024.
Según los términos de su contrato, Ngannou no sólo se aseguró un buen día de pago; También garantizó a cualquier oponente un salario mínimo de 2 millones de dólares por una pelea de PPV.